Iniciaron proceso de beatificación para un padre que misionó en los Valles
El arzobispado de Salta inició el proceso de beatificación del siervo de Dios padre Salustiano Miguélez, agustino misionero que sirvió en el norte argentino, con una misa presidida en la Catedral por monseñor Mario Cargnello, de la que participó un grupo numeroso de fieles y miembros de esa orden, junto con algunos sacerdotes.
En la homilía, monseñor Mario Cargnello señaló: “Nosotros comenzamos hoy formalmente el proceso de canonización del padre Salustiano Miguélez, un religioso agustino que fue un enamorado de Cristo y un enamorado de sus hermanos. Él, trabajando en el Vaticano al lado de Pablo VI, apoyó con mucho entusiasmo que los padres agustinos asumieran la prelatura de Cafayate, y cuando terminó su trabajo en el Vaticano vino aquí, donde primero estuvo en Santa María”.
Asimismo, el prelado recordó que el misionero agustino “tenía gran entusiasmo y con gran dedicación visitaba el barrio de San Antonio, a horas de la siesta. Con su hábito iba y saludaba, se interesaba, celebraba la Eucaristía, guiaba a la comunidad y siempre estaba disponible, como todos los padres agustinos en nuestra arquidiócesis de Salta, que siempre han sido hermanos de todos nosotros, disponibles para ayudarnos a todos los sacerdotes”.
Por eso, señaló que “al celebrar la Eucaristía y después proceder con todos los ritos con los que se inaugura el proceso y con las lecturas de los documentos correspondientes, hagámoslo con gratitud a Dios, nuestro Señor, por el Padre Salustiano, a quien queremos reconocer delante de Dios en este proceso que se inicia. Gracias a los padres agustinos, por habernos dado al Padre Salustiano y por acompañarnos en este proceso”.
Acerca de Miguélez Romero
Nació el 19 de febrero de 1.919 en Santibañez de Tera, provincia de Zamora, España.
Ordenado sacerdote el 23 de diciembre de 1.944, trabajó en España y en Roma, sirviendo a la Orden Agustiniana con fidelidad y eficacia.
En 1972 fue destinado a la Argentina, donde desempeñó tareas pastorales en la Prelatura de Cafayate, particularmente en la parroquia N. S. de la Candelaria de de Santa María (Catamarca), y en la parroquia Santa Teresa de Jesús de la ciudad de Salta, donde permaneció hasta diciembre de 1.999, cuando falleció.
Murió de cáncer el 16 de diciembre de 1.999, añorando el regreso a la misión. Había cumplido 80 años de edad y 64 de vida religiosa. Fue declarado Siervo de Dios el 20 de febrero de 2.021, el primer paso para su futura beatificación.