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Investigarán visita de legisladores libertarios a represores en Ezeiza

Investigarán visita de legisladores libertarios a represores de la última dictadura militar en el penal de Ezeiza tras escándalo en la Cámara de Diputados.

Un escándalo sacude la Cámara de Diputados tras la revelación de que seis legisladores del bloque La Libertad Avanza visitaron a represores de la última dictadura militar en el penal de Ezeiza.

La controversia, que involucra a figuras como Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo y Raúl Guglielmineti, lo abordarán este jueves en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento.

La decisión de tratar el caso en la Comisión, presidida por la diputada Silvia Lospennato (Pro), tomada tras una reunión entre los jefes de los distintos bloques en la Comisión de Labor Parlamentaria.

El acuerdo alcanzado permitió evitar llevar el tema directamente al recinto, aunque la convocatoria a la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento se mantuvo en pie.

El kirchnerismo se prepara para asistir a la reunión con intenciones de aclarar que la visita al penal de Ezeiza, realizada el 11 de julio, no fue un hecho aislado.

Sostienen que hubo al menos dos visitas previas, una de ellas a Campo de Mayo. Según sus sospechas, estas reuniones tenían como propósito elaborar una iniciativa para beneficiar a los militares detenidos, ya sea mediante un indulto o la prisión domiciliaria.

Denuncias y Acusaciones Cruzadas

El escándalo se intensificó cuando dos de las diputadas que participaron en la visita, Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci, declararon que fueron “engañadas” por su colega Beltrán Benedit, organizador del encuentro. Arrieta fue más allá y presentó una denuncia penal en el juzgado N°2 de Lomas de Zamora, a cargo del juez federal Ernesto Kreplak.

En su denuncia, Arrieta acusó al titular del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez, al cura Javier Olivera Ravasi, hijo del represor Jorge Olivera.

Además, acusó a tres de sus compañeros de bloque: Benedit, Alida Ferreyra y Guillermo Montenegro. También mencionó a Sharif Menem, asistente del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, sugiriendo que las máximas autoridades oficialistas de la Cámara estaban al tanto de la visita y facilitaron el traslado de los diputados al penal.

Investigación en Marcha

La denuncia de Arrieta, que incluye acusaciones por coacción agravada, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, conspiración y malversación de fondos públicos, ha sido tomada en serio por la fiscalía a cargo de Sergio Mola.

Como primera medida, se solicitó información al penal de Ezeiza sobre los protocolos de visita y el registro de ingresos y egresos del 11 de julio, fecha en la que se concretó la visita.

Arrieta también mencionó que durante la visita hubo presencia de personal jerárquico del Servicio Penitenciario Federal. En uno de los chats aportados como prueba, Olivera Ravasi comunicó que Benedit había hablado con la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para facilitar el ingreso a los penales donde se encuentran los represores.

Expectativa por los Resultados

La situación ha generado gran expectativa y tensión en el ámbito político, donde se espera que la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento pueda arrojar luz sobre los verdaderos motivos de la visita de los diputados a los represores y determinar si corresponde aplicar algún tipo de sanción disciplinaria. El escándalo sigue creciendo, con implicaciones que podrían afectar la imagen y el futuro político de los involucrados.

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