Judiciales

Irá a juicio el abogado Sanz Navamuel por amenazas a su ex pareja

Pidieron sean elevadas a juicio las causas contra el abogado Matías Sanz Navamuel, de 54 años, acusado por cuatro víctimas de los delitos de amenazas, coacción agravada, desobediencia judicial, amenazas agravadas y turbación de la posesión y usurpación de propiedad.

La fiscal de Violencia Familiar y de Género 2, María Luján Sodero, solicitó al Juzgado de Garantías 3, oportunamente reiteró la solicitud de detención del imputado, quien estuvo alojado en la Alcaidía y luego se le otorgó prisión domiciliaria.

Asimismo, se indicó que las imputaciones son por los delitos de amenazas, coacción agravada (3 hechos), desobediencia judicial (22 hechos), amenazas agravadas (17 hechos) y turbación de la posesión y usurpación de propiedad.

En su denuncia se probó que recibió -a través de un amigo en común- un mensaje de audio en el que la invitaba a cenar con su abogada y el marido.

Según dice en el audio, la invitación era para explicarle algo que será de su beneficio si declara en una escribanía acerca de quién y como es él. A lo largo de la grabación, el imputado le manifiesta que conoce todos sus movimientos y le dice que si no actúa de la manera que él espera, ella sufrirá cambios en su vida, incluyendo la desposesión de sus bienes. Menciona, además, que "hay balas".

La mujer víctima de esta amenaza, mantuvo una relación de tres meses con Sanz Navamuel y había decidido ponerle fin ante sus insistencias de contraer matrimonio.

La fiscala entendió que el acusado “hizo el anuncio de un mal cierto, posible e inminente en contra de la damnificada con el fin de infundir temor en la misma, para que ella concurra ante una escribanía en donde manifieste lo buena persona que es el denunciado”.

Por las pruebas y lo expresado en la denuncia, fue imputado por coacción agravada.

Sodero Calvet en su apelación al arresto domiciliario había planteado que de las denuncias de las dos víctimas surge que los hechos de violencia muestran gran similitud, lo que indicaría que el acusado desarrolla “idéntico modus operandi con las mujeres que forman o formaron parte de su vida, a quienes les profesa un trato sumamente violento que se traduce en agresiones, intimidaciones, atropellos y ultrajes de toda índole. Tales datos no pueden ser inadvertidos a la hora de evaluar la situación de total vulnerabilidad de quien viene como víctima, a la par que debe evaluarse el perfil claramente hostigador de quien viene como agresor".

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