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Italia convirtió en ley el decreto que restringe acceso a la ciudadanía italiana por descendencia

Con la aprobación parlamentaria del decreto impulsado por Giorgia Meloni, Italia limita el acceso a la ciudadanía a hijos y nietos de italianos, afectando a millones de descendientes en América Latina.

El Congreso italiano convirtió en ley el controvertido decreto promovido por la primera ministra Giorgia Meloni, que restringe el acceso a la ciudadanía italiana por descendencia.

A partir de ahora, solo los hijos y nietos de ciudadanos italianos podrán solicitarla automáticamente, dejando fuera a bisnietos y generaciones posteriores .

Con 137 votos a favor, 83 en contra y 2 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó la medida que modifica el principio de “ius sanguinis” (derecho de sangre), que anteriormente permitía a los descendientes de italianos, sin límite generacional, acceder a la ciudadanía .

El gobierno italiano justifica la reforma argumentando la necesidad de frenar el aumento exponencial de solicitudes de ciudadanía, que ha generado una sobrecarga en los consulados y tribunales.

Entre 2014 y 2024, los ciudadanos italianos residentes en el exterior aumentaron de 4,6 millones a 6,4 millones, un incremento del 40% en una década .

Además, se busca garantizar que quienes obtengan la ciudadanía mantengan un vínculo real y efectivo con Italia, evitando abusos y prácticas fraudulentas en los procesos de solicitud.

Impacto en Argentina y América Latina

La medida ha generado preocupación en países con grandes comunidades de descendientes de italianos, como Argentina y Brasil.

En Argentina, donde se estima que más de 25 millones de personas tienen ascendencia italiana, la reforma afecta directamente a quienes tramitaban o planeaban iniciar el reconocimiento de ciudadanía .

Organizaciones de la comunidad ítalo-argentina han expresado su descontento, considerando la medida como un retroceso en los derechos de los descendientes y una negación de la historia migratoria compartida entre ambos países .

Nuevos requisitos y procedimientos

Además de limitar la transmisión de la ciudadanía a dos generaciones, la nueva ley establece que los solicitantes deberán demostrar vínculos reales con Italia, como la residencia en el país durante al menos dos años en el caso de menores de edad.

También se centralizarán los trámites en una oficina especial del Ministerio de Asuntos Exteriores, suspendiendo la toma de nuevas citas en consulados italianos para iniciar trámites de reconocimiento por “ius sanguinis” .

La reforma también introduce un plazo de 48 meses para la resolución de los expedientes y prevé el aumento de la tasa de solicitud a 700 euros.

Fuente: Infobae

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