Salta

La abogada de las monjas reconoce que hay un peligro actual de violencia física

La abogada Claudia Zerda Lamas, defensora de las monjas del Convento San Bernardo, dijo ayer que “hay un peligro cierto, hay un peligro actual de que se pudieran realizar actos de violencia física o psicológica en contra de la madre superiora y de las restantes hermanas”.

Agregó que “la denuncia de violencia de género se entabló para poder preservar la integridad y la seguridad de todas las hermanas Carmelitas que viven en el Convento San Bernardo”.

Actualmente en la congregación conviven 18 hermanas, las cuales firmaron y acompañan la denuncia contra Cargnello. “Han vivido exactamente lo mismo todas”, afirmó la letrada.

Además ratificó que hay medidas perimetrales dictadas por el Juzgado de Violencia Familiar y de Género Nº 3, para establecer la protección de las hermanas.

Lamas justificó las acciones planteadas subrayando que está dada la relación desigual de poder en el plano eclesiástico, existe una posibilidad de que toda la congregación sufra violencia o represalias comenzando por la madre superiora y el resto de las integrantes.

“Por esto se pidieron medidas cautelares de protección que se han dictado de forma provisoria y que van a seguir un curso legal”, añadió la abogada.

Expresó además que los problemas de violencia por parte de Cargnello empezaron prácticamente con su llegada a Salta en 1999, lo que significó un punto de ruptura en la relación de esta congregación con el Arzobispado de Salta.

“Desde la Madre María de los Ángeles, pasando por la Madre Inés, y ahora con la Madre Fátima, los sufrimientos, los hostigamientos, han sido permanentes en una actitud sistemática”, reveló Zerda Lamas.

Añadió que esta denuncia judicial busca el cese del hostigamiento y un mejor trato hacia las monjas de la congregación. “Pude hablar con la madre superiora, y ellas se sienten tranquilas y confiadas en que su voz se escuche y que cesen los actos de violencia”, aseveró.

“El abandono pastoral que tienen las monjas por parte del señor Arzobispo también es un daño, es un abandono. Él debería comportarse como Padre, como Pastor y ellas no lo han sentido así. Al contrario, es una persona que las inculpó, las amenazó, las insultó”, enfatizó.

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