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La comisión europea avala el veto del gobierno Español a la compra de Talgo

La comisión Europea avala el veto del gobierno español a la oferta de compra de Talgo por parte de un Consorcio Húngaro.

El pasado martes, la Junta de Inversiones Extranjeras del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa de España rechazó la oferta pública de adquisición (OPA) presentada por el consorcio húngaro Magyar Vagon para adquirir la compañía ferroviaria española Talgo. La decisión se fundamentó en “cuestiones de seguridad nacional”, ya que Talgo posee tecnología sensible que podría influir en la movilidad militar en Europa, particularmente en la región báltica.

Este jueves, Francesca Dalboni, portavoz de la Comisión Europea, respaldó la decisión del Gobierno español, aunque señaló que el asunto podría terminar en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

“No tenemos ningún comentario específico sobre la decisión del Gobierno”, indicó Dalboni en una rueda de prensa desde Bruselas. Añadió que los tratados de la UE permiten a los Estados miembros restringir las libertades del mercado único, como la libertad de establecimiento y la libre circulación de capitales, por motivos de seguridad pública, siempre que las medidas sean “justificadas y proporcionales al objetivo que persiguen”.

El Gobierno español defiende su postura

El Ejecutivo español defendió su veto a la oferta, subrayando que se realizó “en aplicación de la normativa española vigente en materia de control de inversiones exteriores y con pleno respeto al Derecho comunitario”. El Gobierno teme que detrás de la operación de compra pueda estar el Gobierno ruso o grupos de ultraderecha, lo que aumenta las preocupaciones de seguridad.

Cronología de la oferta sobre Talgo

El 7 de marzo, Magyar Vagon, a través del consorcio Ganz-MaVag Europe, anunció su intención de adquirir el 100% de Talgo por un total de 619,3 millones de euros, con el apoyo de los accionistas y el consejo de administración de Talgo. Un mes después, el 4 de abril, la solicitud registrada ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), prometiendo mantener la “españolidad” de la empresa, incluyendo la conservación de empleos y centros de producción en Álava y Madrid.

Sin embargo, a pesar de que consideraron a la OPA amistosa por Talgo y su principal accionista, Trilantic, el Gobierno español mostró reservas, y su autorización era indispensable para proceder con la adquisición.

El consorcio húngaro emprenderá acciones legales

En respuesta al veto, Magyar Vagon ha anunciado que iniciará “todas las acciones legales a su alcance”, tanto en España como en la Unión Europea, para defender la legitimidad de su oferta. “La oferta cumple con todos los requisitos legales vigentes”, aseguraron fuentes del consorcio a la Agencia EFE.

La situación sigue siendo tensa, con la posibilidad de que el conflicto se traslade al ámbito judicial en el Tribunal de Justicia de la UE.

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