La inclusión laboral a discapacitados acerca a la construcción de una sociedad más justa
Días atrás, la ciudad de Salta conoció las historias de Brisa, Jazmín y Santiago, tres chicos con Síndrome de Down que comenzaron a trabajar en una heladería de Barrio El Periodista a partir del programa de inclusión laboral Promover, y de las alianzas estratégicas que viene realizando la Municipalidad de la ciudad con distintas instituciones comprometidas.
Aires de transformación y pasos direccionados a achicar la histórica brecha por la inclusión laboral para las personas discapacitadas, rompiendo puertas y barreras.
Nuevo Diario dialogó con Giselle Sánchez, coordinadora de la institución ‘Ayúdame a Crecer’, quien resaltó el largo camino recorrido en la lucha por la inclusión. “Hace más de 30 años comenzamos a trabajar desde la institución para garantizar que las personas con discapacidad puedan desarrollar su potencial. Diseñamos programas de formación laboral que incluyen orientación, capacitación específica y un acompañamiento constante”, explicó. Esta institución junto con otras como ‘Colibrí’, dirigida por la reconocida salteña Irma Argañaraz, vienen marcando hitos en esta pelea por la promoción de igualdad de oportunidades en el acceso al mundo laboral.
Actualmente, este acompañamiento se ha fortalecido a través de alianzas estratégicas con la Municipalidad, el área de discapacidad y la Oficina de Empleo. En esa línea, José Patiri, director general de esta última, remarcó que “estas iniciativas no solo buscan cumplir con la normativa vigente, como el cupo laboral del 4% para personas con discapacidad, sino también demostrar que la diversidad enriquece los ámbitos laborales”.
Capacitación y sensibilización: pasos clave para la inclusión
Uno de los mayores desafíos radica en cambiar las percepciones de los empleadores. “A menudo se nos acercan empresarios con dudas sobre cómo incluir a personas con discapacidad en sus equipos. Nos dicen que tienen miedo de no saber comunicarse o de no poder adaptarse”, relató Giselle Sánchez. Para superar estas barreras, ‘Ayúdame a Crecer’ y la Dirección General de Discapacidad ofrecen capacitaciones para empleados y talleres sobre buenas prácticas en el trato hacia personas con discapacidad que también hoy son coordinados con la Municipalidad.
Desde las primeras reuniones con empleadores, hasta la adaptación de los espacios de trabajo, el acompañamiento es continuo. “Realizamos simulaciones, identificamos fortalezas y trabajamos en posibles ajustes para que el ambiente laboral sea accesible e inclusivo. Todo esto crea un entorno donde tanto la empresa como los empleados puedan desarrollarse de manera plena”, explicó José Patiri.
Los referentes de esta tarea coincidieron en la importancia de estos programas para transformar vidas y comunidades. “Las familias de las personas con discapacidad sienten que sus hijos están dejando una huella en la sociedad, y eso tiene un impacto emocional enorme”, afirmó Giselle.
El ejemplo de empresas que han decidido abrir sus puertas a personas con discapacidad es un recordatorio de que las acciones concretas generan cambios reales. “Un empresario nos dijo que, al integrar a una persona con discapacidad, su equipo se volvió más empático y unido. La diversidad no solo es un valor, también es una ventaja competitiva”, agregó Patiri.
El llamado a los empleadores
Aunque se han dado pasos importantes, aún queda un largo camino por recorrer. El programa Promover y otros similares dependen en gran medida del compromiso del sector privado. “Desde la Municipalidad estamos aquí para acompañar a los empleadores. Les decimos que no tengan miedo; el proceso es sencillo y los resultados son muy satisfactorios”, enfatizó Tania Saravia, directora general de Discapacidad. A través de talleres, asesoramiento personalizado y una red de apoyo, la Municipalidad busca garantizar que más personas con discapacidad tengan acceso a oportunidades laborales. La meta es clara: una sociedad en la que todos, sin importar las diferencias, puedan aportar y desarrollarse.
Construyendo una sociedad inclusiva
La inclusión laboral no es solo un derecho, es un camino hacia una sociedad más equitativa. Los programas implementados por la Municipalidad, en colaboración con instituciones como Ayúdame a Crecer, demuestran que la voluntad de cambiar el paradigma puede tener un impacto profundo. Cada empresa que decide dar una oportunidad no solo cumple con un requisito legal, sino que también se convierte en un agente de cambio. Y en ese cambio, todos ganamos.
Para mayor información al respecto, tanto para empleadores, como para quienes buscan empleo, pueden hacerlo en Independencia 910, (7:38) o se pueden comunicar con la oficina de empleo 387-426-3054.
Autismo y empleo
En Argentina, las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) enfrentan barreras significativas para ingresar al mercado laboral. A pesar de la falta de datos oficiales que reflejen su situación, se estima que entre el 80% y 90% de las personas con TEA en edad laboral no tienen empleo, una cifra alarmante que expone la desigualdad de oportunidades que enfrenta.
Estudios internacionales y experiencias locales han demostrado que, con los apoyos y recursos adecuados, las personas con TEA pueden desempeñarse de manera excepcional en el entorno laboral. Los programas de empleo con apoyo han mostrado ser una herramienta eficaz para ayudar a esta población a integrarse en el mercado ordinario de trabajo, ofreciendo tanto a los empleados como a los empleadores beneficios tangibles. El empleo no solo proporciona una fuente de ingresos, sino que también fomenta la autonomía, la autoestima y el sentido de pertenencia en las personas con TEA. Sin embargo, para que este objetivo se haga realidad, es necesario comprender y abordar las dificultades particulares que enfrentan.
Las cifras de la exclusión
Según un informe de la Universidad Austral, solo el 12,6% de las personas con discapacidad tiene un empleo. Esto arroja la terrible realidad que expone que el resto de las personas bajo esta condición no tienen empleo.
Del total de desempleados, sólo el 4,5% está buscando un trabajo. Es decir, que el 82,5% con al menos una discapacidad, está por fuera del mercado laboral y tiene pocas posibilidades de ingresar. Este estudio se hizo sobre la población total de las personas que tienen el Certificado Único de Discapacidad (CUD), 83.942 personas. Es decir que, de acuerdo a los números que publicó la Universidad Austral, hay casi 70 mil personas bajo esta condición que no tienen trabajo, ni lo buscan.
Entre las causas que originan este drama social, se identifica la falta de formación. Esto agrega a los prejuicios que puede haber en empleadores en relación a lo conveniente que resultaría contratar a alguien con discapacidad, un evidente filtro de credenciales académicas a la hora de aplicar en un empleo. Además, según la normativa vigente se debe incluir un cupo laboral de 4% de personas con discapacidad en el Estado. Según el estudio, la inclusión laboral de los trabajadores bajo esta condición es de apenas el 0,9% en el sector estatal.