La inflación en EE.UU. cayó más de lo esperado en junio con el 3%
La inflación interanual en Estados Unidos cayó al 3% en junio, superando las proyecciones económicas y avivando las discusiones sobre el futuro de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
Este descenso, revelado en el último informe del Departamento de Trabajo, marca un alivio significativo tras los picos del 9,1% observados el año anterior.
El índice de precios al consumidor (IPC) mostró un aumento moderado el mes pasado, impulsado por una notable reducción en los precios de la gasolina, que contrarrestó parcialmente el incremento en los costos de la vivienda.
Excluyendo componentes volátiles como alimentos y energía, el IPC subyacente también reportó el menor aumento desde abril de 2021, llegando al 3,3% interanual.
Esta disminución en la inflación ofrece un respiro a los consumidores y a los formuladores de políticas económicas. Pero ahora se enfrentan a la decisión de ajustar las tasas de interés, actualmente entre el 5,25% y el 5,5%, niveles no vistos en décadas.
Aunque muchos esperaban una reducción gradual para contrarrestar el crecimiento desenfrenado de los precios, la incertidumbre política podría retrasar dichas decisiones cruciales.
Resultado electoral
Analistas financieros de Dunas Capital advierten que la Fed podría optar por esperar hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre para modificar las tasas de interés, temerosos de influir en el resultado electoral.
“Es poco probable que veamos recortes de tasas antes de las elecciones”, comentó un ejecutivo de la gestora de fondos, subrayando que cualquier decisión se basará en datos económicos consistentes y no en cambios políticos.
La situación económica actual presenta desafíos significativos: un mercado laboral en desaceleración, salarios al alza y un déficit persistente que podría limitar la flexibilidad de la Fed para manejar las tasas de interés.
Aunque la inflación parece estar bajo control, la incertidumbre política y económica continúa siendo una preocupación clave para los inversores y los ciudadanos por igual.
Con las elecciones en el horizonte, el debate sobre la política monetaria en Estados Unidos se intensificará, especialmente si las condiciones económicas muestran signos de debilitamiento antes de noviembre.
La decisión final de la Fed podría no solo influir en la economía doméstica, sino también en los mercados globales y en la percepción del electorado hacia la administración actual y sus políticas económicas.