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La Legislatura que viene: hegemonía saencista y leves tensiones libertarias

La jura de los legisladores provinciales de las Cámaras Alta y Baja electos en mayo inauguró este lunes un nuevo ciclo político en Salta con un mensaje nítido: el oficialismo saencista no solo retuvo el control de ambas cámaras, sino que profundizó una hegemonía que condicionará —y moldeará— el rumbo institucional de los próximos cuatro años.

Pero la foto no se agota en los números. La sesión dejó escenas de contraste: desde la hinchada libertaria que acompañó a sus diputados con slogans de campaña, hasta los gestos identitarios del norte con legisladores y la whipala en mano en plena jura, y episodios de fuerte carga personal. El acto de este lunes se dividió en dos partes: temprano y presidida por el Vicegobernador Antonio Marocco, se llevó a cabo la Sesión de Incorporación y Preparatoria de la Cámara de Senadores, que contó con la presencia del Gobernador Gustavo Sáenz.

En tanto, y posteriormente prestaron juramento las diputadas y los diputados proclamados electos que asumirán un mandato de cuatro años, hasta 2029.

El plenario, en el que se incorporó formalmente a los nuevos miembros de la Cámara Baja, estuvo presidido por el titular de la Cámara de Diputados, Esteban Amat Lacroix, y contó con la presencia del gobernador Sáenz, y del vicegobernador Antonio Marocco.

Un senado con hegemonía casi absoluta

En la Cámara Alta, la ecuación es contundente: 11 de las 12 bancas renovadas quedaron en manos del oficialismo. Sólo el senador capitalino Roque Cornejo (LLA) rompió la lógica provincial, jurando en soledad por La Libertad Avanza.

El resto del mapa quedó distribuido así: Cachi (Manrique Burgos), Cafayate (Sergio Saldaño), Chicoana (Esteban D’Andrea), Güemes (Enrique Cornejo Saravia), Guachipas (Diego Cari), La Poma (Dani Nolasco), Los Andes (Carlos Guitián), Molinos (Gonzalo Guaymás), Rosario de Lerma (Leonor Minetti) y San Carlos (José Guaimás, que asumirá tras dejar la intendencia). La reelección de Mashur Lapad, D’Andrea Cornejo y Cornejo Saravia en las vicepresidencias del cuerpo consolidó un esquema interno donde las disidencias son casi simbólicas: Roque Cornejo fue el único voto negativo.

El Senado quedó organizado en cinco bloques, aunque uno domina ampliamente: Compromiso por Salta, columna vertebral del saencismo, con 14 miembros; Unidos por Salta (3); Unidad (2); La Libertad Avanza (1); 17 de Junio (1).

La conducción interbloque quedó en manos de Jorge Pablo Soto, un reflejo más del alineamiento general.

Diputados: nueva mayoría, nuevos nombres y una oposición ruidosa

La Cámara Baja replicó el clima del Senado, pero con más movimiento político. Con 20 de las 30 bancas renovadas, el oficialismo no solo retuvo el control, sino que pateó el tablero con un armado de 34 diputados, fusionados bajo el nombre “Todos por Salta”, que reemplaza al anterior bloque Justicialista Gustavo Sáenz Conducción.

El presidente del cuerpo, Esteban Amat Lacroix, fue reelecto sin oposición, con Gastón Galíndez en la Vicepresidencia Primera y Soledad Farfán en la Segunda.

La Libertad Avanza —con una bancada nueva y minoritaria— buscó disputar espacios proponiendo a Fernanda Domínguez y Guillermo Durand Cornejo para las vicepresidencias, pero el oficialismo hizo valer su abrumadora mayoría. Tras la votación adversa, los libertarios se levantaron y abandonaron el recinto, su primer gesto de tensión parlamentaria del período.

Las Cámaras Alta y Baja sin zonas grises

Con un Senado prácticamente monocolor y una Cámara de Diputados con una supermayoría oficialista, la Legislatura comienza un ciclo en el que el Ejecutivo contará con los votos necesarios para avanzar sin sobresaltos en su agenda política. La oposición aparece reducida, dispersa y obligada a encontrar una identidad propia: el peronismo no alineado es escaso, la UCR carece de peso propio y La Libertad Avanza, ruidosa pero minoritaria, deberá definir si juega al choque permanente o si intenta construir presencia institucional. La foto del lunes deja algo claro: más allá de los símbolos —whipalas, libertarios, juramentos y emociones— el poder real en la Legislatura salteña sigue en manos del saencismo, ahora más fortalecido que en la elección de mayo.

El color de la jornada

Más allá de los alineamientos institucionales, la jura dejó imágenes que marcaron la jornada:

Los diputados libertarios juraron “por la libertad”, “por hacer grande a Salta nuevamente” y frases de tono militante similares, acompañados por un grupo de dirigentes que funcionó como barra partidaria. Entre ellos, Alfredo Olmedo, junto a los legisladores nacionales electos, que aplaudieron cada intervención.

Diputados provenientes de los departamentos del norte salteño marcaron un momento emotivo al llevar la whipala -bandera de los pueblos originarios. durante la jura, un gesto poco frecuente en el parlamento salteño que elevó una señal política: reivindicación territorial en un contexto de creciente avance nacional de discursos negacionistas sobre las diversidades culturales.

Otra escena destacada fue la presencia de la madre de Miguel Plaza (Cachi), cuyo abrazo emocionado tras la jura se volvió uno de los momentos más sensibles de la sesión.

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