La desaparición del Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) planteada por el presidente Javier Milei, por supuesta reducción de su funcionamiento en el presupuesto nacional, dejó cierta desprotección al sector que contenía varios segmentos de la sociedad.
El presidente no tuvo en cuenta que el INADI tiene o tenía por objeto elaborar políticas nacionales para combatir toda forma de discriminación, xenofobia y racismo, impulsando y llevando a cabo políticas públicas federales y transversales articuladas con la sociedad civil, y orientadas a lograr una sociedad diversa e igualitaria.
Desde siempre, hubo y hay violentos en todos los segmentos de la sociedad y la política no es la excepción; sólo que desde ese ámbito y por contactos con la justicia los casos que involucran a esos actores poco se visibilizan, salvo el último, protagonizado por el ex presidente Alberto Fernández.
Pues bien, en Salta también hay de esos casos. Uno de ellos, está sustentado por varias denuncias por violencia de género y recaen sobre el Presidente del partido Instrumento Electoral por la Unidad Popular Salta (UP). Se trata de Ramiro Daniel Escotorín, y las denuncias fueron realizadas por parte de quien fuera su esposa y madre de sus hijos, Emilia Beatriz Liendro.
Tales acusaciones le habrían costado al político, bajar su candidatura a Senador Provincial en 2021, cuando presionado por cierta prensa feminista local, que advirtió a la Presidenta del Partido Comunista Revolucionario (PCR), Lía Verónica Caliva, de la complejidad del caso y de este modo la reconocida dirigente también feminista habría solicitado, con sobrado fundamento, el apartamiento de la candidatura del cuestionado Escotorín.
Por la consabida lealtad, los foráneos al partido que dirige Escotorín, pero parte del mismo frente, no hicieron público el conocido contubernio entendiendo que el asunto debía discutirse puertas adentro, en Pellegrini 1090.
El resultado es conocido por todos: ella, Lía Caliva, fue Diputada Nacional y completó adecuadamente su mandato (2019-2023), y él dio un paso al costado a la senaduría en las intermedias de 2021 (como indica el dicho popular “cuando el río suena es porque agua trae”) y no volvió a compartir un frente provincial con el PCR (Frente Grande, Kolina, MPU, etc.), dado que habrían puesto un límite concreto a sus aspiraciones de cargos electorales, y nunca más se habría recuperado la confianza en la inocencia del historiador quien estiraría el desenlace de sus asuntos personales a fin de enfriar el conflicto y ganar por cansancio a sus pares presidentes de otro partido, afines a las ideas con las que el grupo comulga.
En 2023, pese a los intentos de varios operadores del progresismo salteño, el partido que representa Escotorín no cerró acuerdos con dirigentes de otros espacios para compartir frente provincial. En base a especulaciones, es posible que pesara el hecho de que temían la divulgación de las denuncias de su esposa, Emilia Liendro, nuevamente, en plena campaña.
En las nacionales de 2023, Escotorín fue precandidato suplente al Parlasur, y acompañó la titularidad de la ex diputada provincial “Koky” Juárez (PV), perdiendo primero ante el camionero Jorge Guaymás, y posteriormente ante el amarillo, ahora devenido violeta, Alfredo Olmedo (LLA) quien duró poco en la Presidencia del Parlasur por incurrir en lo que se consideraron “graves irregularidades institucionales”.
La Justicia salteña ordenó perimetrales para preservar a la víctima -la Sra. Liendro- y pericias psicológicas para ambos, dado que Escotorín tiene un prominente listado de denuncias contra la Sra. Liendro en una causa que contiene incontables Desobediencias Judiciales, dado que sendas partes desconocen las perimetrales dictaminadas por la Justicia, siendo constantes las escenas de celos desplegadas en la vía pública por Liendro, reconocida provocadora de disturbios en el centro capitalino por los agentes policiales de la Comisaría 1ra, testigos algo más que involuntarios de la apodada “Locomotora Liendro”, que no cuenta con la simpatía de la original boxeadora.
Dicho agravamiento de la espiral de violencia que involucra a la dupla Liendro-Escotorín, no sería desconocido por la ya dos veces Vicepresidenta del partido UP, Gabriela Burgos, quien acompaña fielmente la trayectoria política y gremial de Escotorín desde hace más de veinte años como su mujer de confianza y mano derecha, cuando compartían espacio en la CTA Autónoma.
En una provincia que aprobó por quinta vez la extensión de la emergencia pública en materia social por la violencia de género, y donde los femicidios son lamentablemente moneda corriente, saber si la figura que dirige aquel partido es un buen ciudadano, parece tener cierto grado de importancia sobre todo por la coyuntura que hace a la problemática: la eliminación del Ministerio de Mujeres, Género y diversidades por obra y gracia del Presidente Javier Milei (a través del decreto 11/2023) y las denuncias de la ex Primera Dama Fabiola Yáñez al expresidente Alberto Fernández (2019-2023), en un desarrollo mediático que deja cada vez más perpleja a la sociedad con cada nuevo detalle que se va revelando.
El machismo y la misoginia, esta vez quedaron del lado de adentro del progresismo autóctono. En este contexto, la incertidumbre reina en el periodismo local, que tenía en la persona de Escotorín, a un supuesto compañero y defensor de los DDHH: asiduo invitado de programas de tv y brindando notas a diversos portales de noticias, radios y medios de prensa en general, que supo sostener una prolija narrativa que bordeaba el peronismo ilustrado.
Fue responsable de llevar a cabo las actuaciones del caso Liendro contra Escotorín el Juzgado de Violencia Familiar y de Género 2° Nominación, en la persona de la jueza Mónica Naranjo -señalada en su momento por la edil capitalina Romina Arroyo como no idónea para desempeñar su cargo- quien ya se jubiló durante 2023 y desde hace un par de meses asumió aquel rol como jueza -de mano de la Presidenta de la Corte de Justicia, Teresa Cornejo– Gisela Laura Mariana Centeno.
Lo precedente sirve para reiterar lo que pregona el segmento de mujeres involucradas: “Si sos víctima de violencia de género, podés denunciar en Ciudad Judicial de lunes a viernes en horario administrativo. También en las Comisarías, durante las 24 hs. El Polo de las Mujeres ya no recibe denuncias, pero tiene un número de whatsapp habilitado para consultas: 3875719316. Podés estar acompañada de una persona de tu confianza durante la denuncia, no es necesario que sea abogado/a. Tenés derecho a vivir una vida sin violencia”.
Mientras tanto, Ramiro Daniel Escotorín sigue, no tan firme, comandando –cada vez más incómodo- la dirección del Partido UP, creyendo que, ojos que no ven, corazón que no siente.