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Litio, lujos y sospechas, los detalles de la parada de Hayden Davis en Salta 

La visita del empresario estadounidense Hayden Davis a Salta en noviembre del año pasado volvió a estar en el centro de la escena, tras un nuevo revés judicial que enfrenta en Estados Unidos por presunto fraude vinculado a la criptomoneda $LIBRA.

La jueza del Distrito Sur de Nueva York rechazó levantar el congelamiento de casi 110 millones de dólares en sus cuentas y aceptó nuevas pruebas presentadas por inversores damnificados. Mientras tanto, en Argentina, siguen apareciendo detalles sobre sus vínculos políticos y su paso por el país.

Davis, conocido por su cercanía con el presidente Javier Milei, llevó adelante una gira por varias provincias argentinas —incluida Salta-, donde se presentó como impulsor de inversiones. En territorio salteño, mantuvo un encuentro con Alberto Castillo, entonces titular de REMSA (Recursos Energéticos y Mineros de Salta), interesado en conocer el esquema para adquirir áreas mineras vinculadas al litio.

Castillo, en declaraciones radiales a las periodistas Natalia Nieto y Silvia Noviasky, explicó que la reunión fue breve y protocolar, con traducción mediante, y que en ese momento Davis no se presentó como una figura destacada, sino como parte de una comitiva encabezada por un supuesto tío. La charla giró en torno a procesos licitatorios y judiciales para acceder a áreas mineras.

Sin embargo, el contexto actual reconfigura aquel episodio. La investigación judicial en EE.UU. y los vínculos políticos que rodean a Davis, incluyendo menciones a Karina Milei por facilitarle reuniones, alimentan las sospechas sobre un entramado mayor. Incluso en el Congreso argentino crece el rechazo opositor al intento oficialista de frenar una comisión investigadora que aún no llegó a funcionar.

Castillo fue contundente al calificar lo sucedido con $LIBRA como una estafa y cuestionó el rol del presidente Milei por promocionar el proyecto desde su cuenta personal, recordando que, en su condición de jefe de Estado, sus acciones tienen impacto institucional. Mientras en EE.UU. se acerca una audiencia clave, en Argentina el caso promete seguir dando tela para cortar.

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