LLA en el norte y el arte de construir narrativas distópicas para las redes
Durante las últimas horas, las redes sociales fueron el escenario acostumbrado para que la diputada libertaria salteña María Emilia Orozco mostrara su desembarco en Aguas Blancas -que todavía respira horas de tensión-.
En esta oportunidad, lo hizo para anunciar, a su estilo, la presentación de un proyecto de Ley que declare la emergencia y un pedido de intervención de Seguridad de la Nación en las fronteras calientes del norte del país, todo esto a propósito del escándalo judicial que devino en la detención del intendente de la citada comuna y la consecuente intervención del Ejecutivo Municipal.
Un proyecto de declaración de emergencia de Emilia Orozco, resulta de pronto un planteo desubicado y a contramano para un espacio que al menos por estos días dejó claramente expresa su posición sobre la inviabilidad de este tipo de iniciativas, luego de la abstención del bloque libertario a la emergencia por los incendios forestales que flagelan a la provincia de Córdoba, argumentando “la ausencia de partidas presupuestarias”, es decir el “no hay plata” como sustento para todos y para todo, que para el caso planteado tampoco debería hacerse excepciones.
De este modo y planteado así el contexto ut supra, la narrativa expuesta por Orozco obedece de pronto al oportunismo sobre los hechos de gravedad institucional que mantienen todavía en vilo no sólo a un municipio, sino a la provincia que en la figura del Procurador Pedro García Castiella viene no sólo denunciando sistemáticamente los despliegues y alcances del crimen organizado en las fronteras calientes, sino que, como respuesta, obtuvo el ser blanco de una guerra personal. El mismo García Castiella, que confrontó la verborragia e imprecisiones de Orozco en el Congreso de la Nación a principios de este año, cuando afirmó entre otras cosas que el crimen de la productora rural Liliana Ledesma sucedido en 2006, “estaba sin resolver”; el mismo que abogó por la construcción de un enfoque colaborativo y constructivo, en vez de uno divisivo y confuso como viene siendo la tónica narrativa de la diputada nacional.
Haciendo caso omiso a esto, podemos ver a la legisladora en su video para Tik-Tok e Instagram, caminando con desenfado por las calles de Aguas Blancas y recordando obviedades en tercera persona: “Cuando Emilia Orozco del narcotráfico, del crimen organizado, de la trata de personas, los funcionarios de la provincia salieron a desmentirme, a desacreditarme”, sostuvo y denunció: “no confiamos en el poder político que está íntimamente involucrado con el narcotráfico, así también la justicia”, denuncias que de conocer datos fidedignos, debería acercar a la justicia.
“La Nación tiene que intervenir, no podemos dejar la seguridad a manos de unos ineptos que no hicieron absolutamente nada”, enfatiza la comunicadora social mientras blande en sus manos el proyecto y continúa con su caminata furibunda por las calles del municipio norteño, desconociendo o importándole poco la independencia y autonomía de los municipios y las provincias, y la gravedad institucional que devendría -si de ineptitudes se trata- en dejar en manos de una cartera de Seguridad que hasta el momento sólo se hizo tristemente reconocida por la escalada de violencia generada por ellos mismos en actos de verdadera represión sobre personas totalmente vulnerables, como una niña y ancianos.
En un presente de construcciones tan distópicas como las que lleva adelante el Gobierno Nacional Liberal Libertario, la generación de discursos que “no dicen nada” pero que parecen denunciar todo, abonan a la creciente confusión social, o a la usanza de nuestras abuelas: “apagan el fuego, con más fuego”.