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Los incendios en el vertedero ponen otra vez el Valle Calchaquí en riesgo ambiental

Como en una suerte de deja-vu, o un rulo que desde 2017 parece infinito, las llamas en su máximo esplendor, nuevamente volvieron a apoderarse del vertedero de residuos del Valle Calchaquí, provocando máxima tensión en los habitantes de Cafayate, San Carlos y Animaná, quienes ven no sólo el avance del fuego, sino la contaminación aérea y hasta de napas subterráneas de las aguas de la zona.

Frente a este cuadro dantesco, desde la presidencia del Consorcio del Valle Calchaquí, hoy a cargo del municipio de Animaná, se resolvió la suspensión en la recolección de los residuos por los próximos días, para avanzar en medidas de mitigación del fuego “a lo criollo”, ante el silencio rotundo de las autoridades de Ambiente. 

De este modo, el intendente de Animaná, José Guaimás, tomó la decisión de suspender la recolección de los residuos en su municipio y también en San Carlos durante una semana; en tanto que en Cafayate se dispuso un lugar alternativo. Mientras analizan la pronta solución al problema de fondo -que va de la mano de la construcción de una nueva trinchera- piden a los vecinos que separen los residuos reciclables de los deshechos orgánicos y que en las casas se realice compostaje de estos últimos. La alternativa sería el relleno con arcilla para mitigar el fuego.

Así lo detalló a Nuevo Diario, el presidente del Concejo Deliberante de Cafayate, Gabriel Meisner. Según Meisner, "el problema más grave que tiene el vertedero hoy son los incendios prácticamente permanentes", lo que dificulta la realización de trabajos para controlar la situación. Además, el personal encargado de estas labores enfrenta condiciones laborales precarias, lo que complica aún más la situación.

La emergencia ambiental declarada el año pasado no ha sido suficiente para movilizar los recursos necesarios. Meisner señaló que "el gobierno provincial nunca hizo caso omiso a todos estos pedidos por la falta de fondos", a pesar de que se estima que la solución requeriría una inversión de más de 300 millones de pesos.

Los municipios afectados por esta crisis no tienen la capacidad financiera para hacer frente a los costos de la solución. Meisner afirmó que "nuestros municipios no pueden afrontar un gasto de semejante magnitud", lo que agrava la situación ante la falta de apoyo a nivel nacional.

Sin embargo, hay destellos de esperanza en medio de esta crisis. El intendente de Animaná ha tomado medidas para mitigar los incendios, aunque se necesitan recursos adicionales para abordar el problema de raíz. Se están realizando trabajos para tapar el basurero con arcilla como medida de contención, pero se requiere una solución a largo plazo.

 

“Parece que

nadie quiere

que se solucione”

Nuevo Diario dialogó con el periodista cafayateño, Sergio Aguirre, que brindó un panorama pormenorizado de la problemática, en donde los municipios se excusan, la provincia perma-

 

 

 

nece ausente, mientras los vecinos de Animaná, Cafayate y San Carlos temen lo peor.

“Si bien el diputado Peñalba, en una entrevista dijo que había conseguido un aporte extraordinario de casi 30 millones de pesos para solucionar el problema de los residuos, trinchera, geomembrana y recupero de residuos, lo cierto es que también advirtió que era necesario que los municipios demuestren compromiso para el uso de esos fondos”, señaló Aguirre, que también detalló las interminables reuniones de los concejales de los distintos municipios del Valle Calchaquí con los intendentes electos, planteando las soluciones, hasta concluir en la necesidad de generar una tasa para recaudar y conseguir los fondos necesarios, pero hasta el momento todo quedó en la nada”, sostuvo. “Nadie quiere ir a fondo, y en particular Cafayate, que es el municipio que más residuos produce por su densidad poblacional, hasta ahora hay silencio total. Mientras tanto, la provincia se lava las manos a pesar de que es integrante del consorcio; vienen representantes de las reuniones, y la última vez dijeron que la responsabilidad del giro de fondos recaía en autoridades de la provincia”.

Un consorcio fantasma

Silvio Aguirre fue quien en 2018 dio a conocer los paisajes dantescos en el predio del Consorcio del Valle Calchaquí, en donde confluye la basura de los citados tres municipios, sin tratamiento alguno. Así, Nuevo Diario llegó a este crítico lugar, en el que no sólo avanzaron las llamas, sino que se acercan a los asentamientos humanos, bodegas y viñedos de Animaná. “Hay un riesgo de que ese incendio que está propagado más allá de la trinchera provoque un verdadero desastre, ya que actualmente no hay personal abocado al control de incendios, y solamente se cuenta con tres personas para todo el predio, que únicamente se encargan de controlar el ingreso y egreso de los camiones de lunes a viernes”, precisó.

Aguirre también remarcó la necesidad de que, tanto los intendentes re-electos, como los que asumirán por primera vez en diciembre, incorporen en sus planes de gobierno las estrategias para dar respuestas a este planteo de larga data: "es necesario dar soluciones al tratamiento de los residuos”.

Hay pedidos de la Justicia

En 2019, tras la denuncia de Aguirre, fue desde la Fiscalía Penal de Cafayate que se solicitaron informes al Consorcio de Manejo de Residuos del Valle Calchaquí. Esto implicaba toda la documentación sobre el funcionamiento de la planta de tratamiento de la basura.

En ese momento, Fiscales Penales sostenía que la denuncia apostaba al colapso de la planta. Entonces la fiscal penal Sandra Rojas ordenó a la División de Criminalística de Cafayate que realice una inspección ocular en el lugar. Los policías pudieron verificar algunos aspectos señalados en la denuncia. En ese momento la fiscal Rojas solicitó a los tres municipios que hacen uso de las instalaciones del vertedero, informen las “medidas que cada comuna realiza o realizó en torno al control y funcionamiento de la planta”.

La historia sin fin

En agosto del año 2016, el Gobernador Juan Manuel Urtubey inauguró una planta de tratamiento de residuos que prácticamente nunca funcionó y cuyo valor era en ese momento de más de 4 millones de pesos: en ese proyecto se contemplaba la construcción de una nueva trinchera que finalmente no se realizó, pese a que por esos tiempos se sabía que la trinchera que se utilizaba y se sigue usando, se encontraba colapsada, por lo que no es difícil imaginar la situación actual o una futura.

Los incendios tienen data de 2018 y a estas instancias, el foco ígneo es permanente en el espacio de la trinchera.

Según remarcaron las autoridades del Concejo Deliberante cafayateño, han sido reiteradas las oportunidades que se puso en conocimiento la crítica situación ambiental de la zona, sin que prestaran suficiente atención al respecto.

 

 

 

 

 

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