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Los números no cierran en el balneario de Cafayate y el Concejo apunta a la gestión

El Concejo Deliberante de Cafayate detectó nuevamente, serias inconsistencias en el informe financiero de la comuna, esta vez del balneario municipal. El edil Gabriel Meisner denunció en diálogo con Nuevo Diario, estos errores “insalvables” que alteran los resultados económicos y expuso preocupaciones sobre manejos opacos del dinero público bajo la gestión de la intendenta Rita Guevara.

Esta vez, el foco está puesto sobre los números del balneario municipal, cuyas cuentas no solo no cierran, sino que, según el concejal Gabriel Meisner, revelan un manejo oscuro y reiterado de los fondos públicos por parte del Ejecutivo local. El edil cuestionó públicamente el informe financiero presentado por la Secretaría de Economía y Finanzas, advirtiendo que presenta errores de tal magnitud que distorsionan completamente el resultado económico final del emprendimiento. “El informe del balneario municipal presenta errores insalvables que modifican las supuestas ganancias. Con las cifras que declaró el Ejecutivo, el balneario arrojó pérdidas, no ganancias como se pretende hacer creer”, sentenció Meisner. Las inconsistencias detectadas no son menores: el concejal denunció que, según la información oficial, había 28 millones de pesos en la cuenta, pero el saldo real informado por el propio contador municipal, José López, es de 12 millones. “¿Qué pasó con los otros 16 millones? ¿Se los robaron? ¿Nos mintieron?”, se preguntó el edil, al tiempo que reclamó explicaciones urgentes por parte del Ejecutivo.

Reiterados desajustes

La polémica no es nueva. Meisner recordó que una situación similar ya se había dado con los fondos de la última edición de la Serenata a Cafayate, donde las diferencias entre los montos declarados inicialmente y los saldos finales derivaron en una auditoría. “Cada vez que se aprieta un poco y se investiga, se terminan modificando los números. Y eso no puede seguir ocurriendo. Estamos otra vez ante el engaño y la mentira de las rendiciones de cuenta”, apuntó.

Para el concejal, lo ocurrido con el balneario municipal no puede interpretarse simplemente como un error contable. En su visión, se trata de una conducta sistemática de la administración de Rita Guevara que evade la transparencia, oculta información sensible y desprecia los mecanismos de control institucional. “Una sana costumbre en esta gestión parece ser rendir un monto ante el Concejo, y cuando se hace el análisis detallado, ese monto cambia. Eso es gravísimo”, expresó con preocupación.

Una contadora sin matrícula y funcionarios sin habilitación

Pero los cuestionamientos no terminan allí. Meisner alertó también sobre otros aspectos que agravan la situación. Uno de ellos es la permanencia de funcionarios que continúan facturando servicios sin contar con la resolución habilitante correspondiente. Además, desde el Concejo Deliberante se detectó que quien está a cargo del área financiera, en carácter de contadora, no tendría matrícula habilitante en los organismos profesionales competentes. Esto representa una grave irregularidad administrativa y abre la puerta a posibles sanciones legales.

La versión del superávit del Ejecutivo

Desde la administración municipal, el contador José López respondió a las críticas, asegurando que la gestión del balneario arrojó un superávit, aunque aclaró que el saldo inicial del flujo de caja no forma parte del cálculo de ganancias. En sus declaraciones a medios locales, López relativizó las pérdidas, señalando que el balneario es una actividad financiada con fondos públicos que, por lo general, no persigue un fin de lucro. “Estas actividades recreativas pueden representar una pérdida para la Municipalidad. No es el objetivo tener un rédito”, explicó.

Sin embargo, esta explicación no disipó las dudas ni las acusaciones del Concejo. Para Meisner, el intento del Ejecutivo de justificar los desajustes subestimando el criterio contable es, al menos, irresponsable. “No es una cuestión de lucro o no lucro. Es una cuestión de decir la verdad y rendir cuentas con honestidad”, sostuvo.

La situación profundiza el malestar institucional en Cafayate, donde el Concejo Deliberante viene acumulando diferencias con el Ejecutivo local en diversos frentes de la gestión. La falta de respuestas claras y contundentes por parte de la intendenta Guevara y su equipo, sumado al silencio oficial frente a las acusaciones, ha generado una tensión creciente que podría derivar en nuevas acciones legislativas, entre ellas una auditoría formal.

Por lo pronto, desde el Concejo anunciaron que continuarán con la revisión exhaustiva de todos los informes financieros presentados por el Ejecutivo. “No vamos a permitir que se juegue con el dinero de los vecinos. Cada rendición será revisada al detalle. No vamos a callar ninguna de las mentiras que intenten encubrir en las fojas”, concluyó Meisner.

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