Interés general

Lucrecia Martel recibió el título de Doctora Honoris Causa de la UNSa

En un acto realizado en la mañana de ayer, la premiada cineasta recibió el título que le confirió el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Salta.

En un anfiteatro lleno, Martel recibió el título junto con palabras de agradecimiento y homenaje a su labor por parte del rector Daniel Hoyos, de la decana de la Facultad de Humanidades, Mercedes Vásquez, de la directora del Laboratorio de Producción Audiovisual y Experimental (LAPAE), Ana Echenique, y la profesora de la sede regional de Tartagal, Beatriz Bonillo.

La homenajeada recibió también libros por parte de mujeres de la FM La Voz Indígena, con historias de saberes de sus abuelas (de comunidades originarias), “historias de sufrimiento y de avasallamiento”, recopiladas tras un arduo trabajo.

El acto contó hacia el final con la participación de la coplera Mariana Carrizo.

Lucrecia Martel inició su discurso afirmando que para ella el reconocimiento tiene una gran importancia y lo comparó con “el sueño que tenemos de chicos de nuestro funeral viendo cuánta gente nos quiere”. “Esto es mucho más de lo que hubiese imaginado para mi vida. Me siento como Messi y su octavo balón de oro”, dijo.

En diálogo con Nuevo Diario, la cineasta remarcó que nunca pensó que le iba a pasar este tipo de homenaje. “Siempre es más fácil que en lugares distantes te reconozcan y es menos significativo, pero que en el lugar donde naciste y para quien hiciste todo tu trabajo le hayan visto algo bueno, para mí es increíble”. Asimismo, destacó el rol de la educación pública y manifestó que estudiar “es para transformar el mundo”. “No hay otra forma de entender el estudiar en la universidad. Si, aprendimos muchas cosas, pero no comprendimos que cuando uno estudia es porque quiere transformar el mundo, vamos a pasar por la universidad sin esa experiencia que es la más importante. Acá, con las cosas que ocurren, Salta puede ser otra provincia”, sostuvo ante este medio.

La noción de lo público

Martel relató cuando ingresó a la universidad: en su primera clase y escuchó la voz de una compañera que sentía que “no correspondía al lugar y venía de otro lado”. Esa misma voz volvió a escucharla en el Mercado San Miguel: era la misma compañera en su lugar de trabajo. “Ella vendía y su voz había sido entrenada en ese trabajo. Eso es lo público: es la experiencia única posible en ese misterio que es la existencia humana de cruzarnos, vernos sin la homogeneidad con la que ya se organiza la ciudad”, dijo.

Su nueva obra y la reflexión sobre la historia

Martel dijo que hace 13 años trabaja en una nueva película, que espera estrenar el año que viene. Una de las reflexiones de esta obra tiene que ver con la historia. “Un poco lo que yo hago es narrativo, exponer a las personas a una experiencia de dos horas donde uno pretende rasgar, aunque sea por un segundo, el velo de la imposibilidad de ver lo que nos rodea. En ese sentido, el gran relato que organiza lo que imaginamos de todos nosotros juntos hacia el pasado y hacia el futuro es la historia”, expresó, y brindó su propia definición de la historia: “Es la que registra el sufrimiento del mayor número posible de habitantes de ese lugar y de ese tiempo. Si la historia no registra el sufrimiento y los deseos de felicidad o la potencia que desean desarrollar las personas, esa historia es muy sesgada; y nosotros tenemos una terrible deuda con la historia”.

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver al botón superior