Economía

Massa ordenó que el Banco Central intervenga en la corrida cambiaría

El Ministerio de Economía decidió actuar por fuera del contorno que permitía el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional ante la premura para frenar la escalada del dólar libre, que orilló los $500 y que abrirá este miércoles en esos niveles en medio de una marcada incertidumbre en el mercado.

Mientras el Gobierno mostró como un gesto político de apoyo del FMI la ratificación de que habrá negociaciones para reformatear de manera profunda el programa vigente.

Sergio Massa ordenó, ya en la décima jornada de intranquilidad en el mercado paralelo, que aumentó 100 pesos en trece días, que el Banco Central empiece a intervenir en el mercado de los dólares financieros (el contado con liquidación y el Bolsa) con una herramienta que tenía limitada por el acuerdo con el Fondo Monetario y que implicaba el uso de las escasas reservas para mantener a raya los valores de esas cotizaciones.

Pasado el mediodía, cuando el libre se estaba acercando a su pico de cotización y al notar que no encontraba techo, el Palacio de Hacienda dio la orden de actuar. Por definición, la autoridad monetaria tenía dos formas de intervenir en el precio de los dólares financieros. La primera es a través de bonos en pesos, y la segunda, con títulos dolarizados. Para esta última variante era necesaria la utilización de divisas netas. Ante la urgencia de la coyuntura, esa alternativa se reactivó.

En Economía están convencidos de que el accionar de ayer bajó los dólares financieros. “Mañana, el derrumbe de los financieros va a arrastrar al libre. Cada vez que vea especulación, Massa va a intervenir. Hasta ahora, eso estaba prohibido por el acuerdo con el FMI, pero hoy Massa les dijo que eso también entraba en revisión porque él tiene la obligación de mantener la estabilidad en el país”, destacaron desde el Palacio de Hacienda.

Según trascendió, el mando de la operatoria recayó en Lisandro Cleri, vicepresidente del Banco Central y miembro de la mesa chica de Massa en el Ministerio de Economía. Es, además, uno de los interlocutores habituales con el Fondo Monetario. La otra parte de la decisión de comenzar a intervenir con reservas fue más bien política: la medida implicaba exceder un límite que imponía el marco de políticas consensuadas con el organismo.

“Deben evitarse las intervenciones en los mercados paralelos mediante el uso de reservas u operaciones de repos en moneda extranjera, y las compras de futuros por parte del Banco Central deben limitarse a abordar las condiciones desordenadas del mercado de divisas, dados los riesgos potenciales para el balance del Banco Central”, limitó el Fondo Monetario.

Pasadas las 20 de ayer, los funcionarios todavía entraban y salían del quinto piso del Palacio de Hacienda donde se encuentra el despacho de Sergio Massa. Las reuniones se sucedían en distintos lugares en simultáneo: entre miembros del equipo haciendo control de daños y proyectando lo que pasará desde este miércoles con el nuevo arsenal -aunque acotado al tomar en consideración la cantidad de reservas de libre disponibilidad- con el que se hizo el BCRA para intervenir y con representantes del Banco Interamericano de Desarrolllo (que le anunció a Massa un desembolso de USD 275 millones en dos proyectos distintos).

En el Ministerio son más cautos, pero algunos operadores de mercado, fuera de micrófono, arriesgan que una intervención con reservas podría implicar desde este miércoles un techo para los dólares financieros y que así el overshooting podría perder fuerza.

Infobae

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