Interés general

Nace una nueva modalidad: el scaneo de iris, ¿protección o riesgo?

En la era digital, la seguridad y privacidad de nuestros datos se ha convertido en una preocupación cada vez más relevante. En este contexto, el escaneo de iris ha surgido como una tecnología prometedora pero también generadora de alertas sobre posibles riesgos y vulnerabilidades para la privacidad de las personas.

Ante la aparición de una empresa que, en Buenos Aires está pagando con criptomonedas, Nuevo Diario dialogó con Daniel Ionadi, ingeniero y especialista en ciberseguridad de F5 LATAM, quien abordó sobre los desafíos y peligros asociados con la captación de datos biométricos, en particular el escaneo de iris. Ionadi explicó que los datos biométricos son únicos identificadores de cada persona y que el iris es considerado uno de los factores más precisos para la identificación. Sin embargo, compartir estos datos sin un análisis adecuado puede exponernos a fraudes y usurpaciones de identidad, poniendo en riesgo nuestra información personal y seguridad.

En el caso específico de Argentina, el país se destaca por tener una alta cantidad de adeptos a vender datos biométricos, a pesar de que en otros lugares este tipo de prácticas está prohibido. Esto ha encendido las alarmas de organismos públicos y especialistas en ciberseguridad, quienes advierten sobre los peligros de comercializar información tan sensible sin regulación adecuada.

El escaneo de iris, al ser una tecnología altamente segura y difícil de falsificar, se ha utilizado para prevenir fraudes y facilitar la autenticación en diferentes sistemas. Sin embargo, su uso también plantea riesgos potenciales, como el robo de datos, el uso indebido de la información y la falta de control sobre cómo se utilizan o almacenan los datos biométricos.

“Se trata de un parámetro único para cada individuo y muy difícil de falsificar, esto lo convierte en un método de identificación altamente seguro. El escaneo de iris puede eliminar la necesidad de ingresar contraseñas u otros datos de autenticación cada vez que se accede a la aplicación”. Sin embargo, aclara el especialista que “es importante mencionar que el uso del escaneo de iris ha generado algunas preocupaciones ante la posibilidad de que los datos biométricos sean robados”. Ante esto, si bien la decisión de compartir o no el escaneo de iris es personal, “es importante sopesar los riesgos y beneficios potenciales antes de tomar esa decisión”.

Tarea a completar

Es por esto que resulta prioritario el análisis, la regulación del almacenamiento y la protección de los datos biométricos. Además de “ser conscientes de los riesgos potenciales asociados con los datos biométricos y tomar medidas para proteger su privacidad y seguridad”.

Y es que los datos biométricos robados pueden usarse para cometer una variedad de delitos cibernéticos, como: fraude de identidad, acceder a cuentas bancarias, tarjetas de crédito u otros servicios financieros utilizando la identidad de la persona; usurpación de identidad; suplantar la identidad de una persona para realizar viajes, acceder a instalaciones o cometer delitos; robo de información personal; acceder a información personal como direcciones, números de teléfono o historial médico.

Finalmente, ante las posibles amenazas, “siempre debemos actuar contemplando el riesgo posible que asumimos al compartir información, en el caso de datos biométricos la exposición es sustancial dado que, como analizamos anteriormente, son factores únicos que nos identifican como individuos y estos representan, actualmente, factores de autenticación y autorización para el acceso de diversas herramientas electrónicas o informáticas que pueden conllevar un riesgo sustancial”, concluyó Ionadi.

 

 

 

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