Para el diputado Godoy el problema real es la deuda insostenible de Macri

Mientras esperan que llegue al Congreso el texto completo del acuerdo que firmó el Gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional, los diputados oficialistas todavía sienten el cimbronazo luego de la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque en desacuerdo con lo pactado.

En ese marco los cuatro legisladores salteños que integran el Frente de Todos quedaron en el foco de atención por la decisión que tomarán al momento de votar, ya que un grupo de legisladores alineados con el kirchnerismo, dejaron en claro que no acompañarán su aprobación, entre las que se encuentra Verónica Caliva.

Por el contrario, Lucas Godoy calificó al acuerdo con el Fondo Monetario como “el mal menor”, y señaló que no hay que perder de vista que el origen del problema se remonta al préstamo solicitado durante la gestión de Mauricio Macri, que en su mayoría se usó para financiar la fuga de divisas.

“Seguramente voy acompañar la aprobación del acuerdo, aunque todavía tengo que leer todos los términos que eso implica, por lo que estamos esperando que lo envíe el Ejecutivo al Congreso”, indicó.

Pero igualmente advirtió que “lo que sí está claro es que el Frente de Todos no va a aceptar que eso signifique un ajuste a los sectores populares”, y remarcó que uno de los objetivos que tuvo la firma del convenio con el organismo internacional fue evitar caer en un caos económico que hubiese repercutido justamente en un brutal ajuste, por eso señaló que “el acuerdo al que llegó Nación con el FMI es el mal menor”.

Godoy hizo hincapié en que “se debe dar a conocer que fue esa deuda impagable contraída por Macri la que nos llevó a esta situación, porque circulan encuestas en las que queda en evidencia que la mayoría de los argentinos no lo sabe”. Por eso explicó que, durante el macrismo, el país se endeudó con un crédito stand by de 57 mil millones de dólares, de los cuales llegaron 45 mil millones “que casi inmediatamente se fugaron gracias a las herramientas financieras que diseñó el gobierno para facilitar esa modalidad”. 

Esa enorme deuda dejó a la Argentina en una situación muy compleja para los próximos años, porque iba a tener que hacer frente a los desembolsos de intereses más capital, que obligarían a utilizar los dólares de la reserva para hacerlo, quedando en una situación de vulnerabilidad.

“Sin el acuerdo, este año el país debe pagar al FMI 19.000 millones de dólares, en 2.023 otros 20.000 millones y en 2.024 unos 4.000 millones más. Es una deuda totalmente inviable, que desembocará en graves consecuencias para los argentinos, por eso el presidente Fernández se vio forzado a cerrar un acuerdo, que lógicamente no es algo para alegrarse, pero que de otra manera dejaba al país en un callejón sin salida”, señaló Godoy.