Peñas y fiestas electrónicas aquejan a vecinos del Corredor de la Fe
En inmediaciones a la Iglesia San Francisco, en el corazón del Corredor de la Fe, la Peña Rincón del Olivo y Posada San Francisco tienen a maltraer a los vecinos de la zona por los ruidos molestos que generan. Si bien se hicieron los reclamos correspondientes ante Control Comercial de la Municipalidad de Salta, los locales comerciales nunca dejaron de funcionar desde que fueron habilitados.
Al lado de ambos locales viven cerca de 20 familias en casas y departamentos, que desde octubre del año pasado dejaron de tener paz por la actividad nocturna que se genera alrededor de la peña y de la posada, en la que habitualmente se realizan fiestas electrónicas.
De acuerdo a información que pudieron recabar los vecinos del histórico convento San Francisco, que tiene bajo su círculo un colegio y a la misma iglesia San Francisco, tanto la peña como la posada no cuentan con habilitación para funcionar con espectáculo. Además, el rubro (espectáculos) no está permitido en la zona, por encontrarse dentro del Corredor de la Fe y en inmediaciones a establecimientos educativos, iglesia y viviendas particulares.
La peña funciona desde octubre del año pasado y la posada, ubicada en Deán Funes 8, con música electrónica desde noviembre.
"Empezamos a reclamar que bajaran la música que comenzaba a escucharse desde las 10 de la mañana hasta altas horas de la noche, no dejando descansar ni a la siesta y menos a la noche. En mi edificio en diciembre una vecina murió y en sus momentos de agonía tuvo que soportar a esta gente que no le importó los reclamos. La gente mayor que se quejó fue burlada por el personal que trabaja allí", contó a Nuevo Diario uno de los vecinos damnificados que prefirió dejar su nombre en reserva, por entender que los responsables de los locales gozan de impunidad ya que hasta el momento no fueron sancionados ni hicieron cesar los ruidos molestos.
Otra vecina, en igual situación, afirmó que continuamente llaman al Sistema de Emergencia 911 y que inclusive realizaron la denuncia ante Control Comercial, organismo que aplicó a la peña una clausura sin faja por alterar el rubro, pero dejó habilitado el restaurante, bajo el compromiso de los responsables de no continuar con la actividad.
Las idas y venidas entre Control Comercial y el Tribunal de Falta para evitar que continúen los ruidos molestos tiene varios capítulos, lo que no desanima a la vecindad. "Si alguien nos considera ciudadanos de segunda que nos vamos a resignar a vivir en nuestros domicilios con música de fondo de una peña por el resto de nuestros días, se equivoca, vamos a recurrir a todos los medios legales a nuestro alcance para terminar con esta actividad ilegal que está funcionando con total impunidad", manifestaron los vecinos.