Por el femicidio de Paola Ávila, condenan al principal imputado a prisión perpetua
Concluyó ayer el juicio seguido contra los nueve acusados por el asesinato de Paola Ávila, muerta de manera alevosa el 17 de enero de 2020.
Para el principal imputado, Jorge Olmedo, la Justicia lo condenó a prisión perpetua. En tanto, Gladys del Milagro Pastrana, Romina Gimena Bracamonte y Claudio Mario Herrera fueron condenados a tres años y seis meses de prisión efectiva por el delito de encubrimiento agravado; en tanto que Javier Alejandro Alfaro, Leonel Edgar Raúl Suárez y Cristian Rubén Salas resultaron absueltos por el beneficio de la duda.
Ezequiel Alejandro Guzmán y Pablo Guillermo Campos también salieron absueltos, aunque en ambos casos fue de manera lisa y llana.
El juicio que se extendió por casi un mes, expuso las miserias de un lado B de Salta que muchas veces no se quiere ver. Un terreno en el que la droga predomina, que existe y, a veces, suele ser escenario de hechos horribles, como el que padeció Paola Ávila, una mujer de 35 años, adicta y madre de tres hijos, quien fue asesinado por 200 pesos y un par de zapatillas.
Por este botín, su asesino, Jorge Olmedo, la mató aplastándole la cabeza con un enorme pedazo de escombro en una noche fría y de llovizna en el barrio Puerto Argentino, en un lugar conocido como el "Bunker", reducto que albergaba tanto a adictos como a sus proveedores.
La noche previa a su homicidio, Ávila llegó en un auto del cual se bajó molesta, casualmente, porque el conductor que la llevó le dio apenas 200 pesos, dinero que no le iba a alcanzar para el consumo de drogas. Lo que jamás imaginó esa noche fue que, en ese par de billetes y sus llamativas zapatillas, se le iba a ir la vida.
Según los jueces de la Sala VII del Tribunal de Juicio, Federico Diez, Paola Marocco y Francisco Mascarello, el autor de tremendo crimen fue Olmedo, un albañil de 34 años y cordobés, quien esperó el momento oportuno para atacar a Paola, pues, como muchos consumidores, quería su calzado y el dinero para pagar las drogas.
Responsabilidad
Establecer la responsabilidad de Olmedo, sin embargo, no fue tarea sencilla, tanto para los jueces como para la fiscal de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma, quien llevó a juicio a nueve personas de las cuales, finalmente, desligó a dos, mientras que al resto los consideró culpables del asesinato, ya sea en calidad de autor, como en el caso de Olmedo, o bien por encubrimiento.
En su alegato, la fiscalía pidió la pena máxima para Olmedo y 5 años de prisión para Pastrana, Herrera, Bracamonte, Suárez, Alfaro y Salas. En cuanto a Campos y Guzmán, la representante del Ministerio Público Fiscal decidió retirar la acusación, tanto porque las pruebas no la acompañaron, como por la labor de sus defensores, quienes resultaron la falencia probatoria de la fiscal.
En su análisis final, los jueces entendieron que sólo Olmedo debía ser declarado culpable del homicidio agravado por alevosía y violencia de género de Ávila, a la que mató para hacerse de su dinero y de las zapatillas que luego, a través de otros de los imputados, intentó vender para tener más dinero para comprar drogas, una realidad latente en nuestra ciudad.
“La acusación a Guzmán desvirtuada”
Tras conocerse el veredicto que dejó tras las rejas a cuatro de los nueve acusados, el abogado Marcelo Arancibia defensor de Ezequiel "Keko" Guzmán, resaltó el fallo de los jueces, pues reflejaron la inocencia de su cliente, quien nada tuvo que ver con el asesinato, el cual sí lamentó, pues se trató de un hecho "de mucha crueldad".
Explicó que, a lo largo del debate, las pruebas expuestas, las declaraciones de los testigos e incluso de algunos de los acusados, dejaron en evidencia que "Guzmán, tal como lo expuse en el alegato, no tenía por qué estar siquiera sentado en el banco de los acusados y mucho menos, privado de su libertad".
No obvió el hecho de que su cliente estuvo por algunos momentos con el grupo la noche previa al hecho, pero ello no significa que haya tenido participación. "Mi cliente no tuvo contacto con la víctima, es más, se retiró antes y no vio nada y tampoco apareció con las zapatillas de la víctima", aclaró.
En su defecto, consideró atinada la apreciación de los jueces del tribunal, los que "verdaderamente vieron todas las pruebas y se dieron cuenta de que Guzmán estaba de más, por lo que la decisión adoptada respecto a su absolución lisa y llana, tal como la pedimos desde la defensa, es totalmente acertada".
Por lo demás, coincidió en que el juicio dejó en evidencia un drama que se vive a diario en las calles de la ciudad, en especial en las zonas de mayor precariedad, en donde las drogas hacen estragos, sin que hasta el momento se haya podido darle un freno a este flagelo.
Precisó en este análisis que muchas veces se comete el error de que ante un caso así, la solución radica llevar a la mayor cantidad de imputados a juicio. "Y a veces, más es menos. En especial porque se afectan los derechos de personas inocentes las que, en el caso de mi cliente, perdieron más de un año preso", concluyó.