Salta

Por la importación del azúcar, industriales, cañeros y trabajadores se sienten en riesgo

Industriales, cañeros y trabajadores se expresaron en contra del ingreso de azúcar importada, sin barreras arancelarias, y de la desregulación de la producción y comercialización de bioetanol en base a caña de azúcar.

Todos los sectores coincidieron en pedir a los senadores y diputados nacionales tucumanos que rechacen el mega DNU y el proyecto de "ley ómnibus" de Javier Milei, que contiene ambas medidas, por considerar que "ponen en riesgo la subsistencia del sector".

Las expresiones públicas de las entidades se realizaron la semana pasada y mostraron la preocupación que persiste entre esta dirigencia porque hasta el momento no hubo ninguna expresión en bloque de los parlamentarios tucumanos, tanto del oficialismo como de la oposición, sí de manera individual, acerca de la defensa de actividades que son centrales para la economía tucumana.

También lo es para la región, ya que la industria azucarera está presente y en gran dimensión en Salta y en Jujuy. Esta agroindustria es para el NOA un pilar clave, al estar constituida por 19 ingenios azucareros, 16 destilerías, casi 400.000 hectáreas con este cultivo y gran parte de la materia prima es provista por más de 6.000 cañeros independientes.

En materia laboral, ocupa 57.000 trabajadores en empleo directo, más proveedores de bienes y servicios, fraccionadores, distribuidores y transportistas, entre otros rubros que también se benefician. Por esta razón, en el caso de los cañeros, señalaron en un documento que "se deben mantener las medidas tendientes a evitar el ingreso de azúcar y alcohol a precios eventualmente subsidiados (de "dumping"), y también sostener las condiciones que llevaron y llevan a las empresas a realizar inversiones de capital.

Se perderían empleos

"Si llegara a ingresar azúcar importada podría resultar en la pérdida de cientos de empleos en la provincia y en la región", manifestó Sergio Fara, referente de UCIT. "Hemos pedido una audiencia al señor gobernador para que abordemos todos estos temas, seamos partícipes y colaboremos en lo que sea necesario destrabar esta grave situación que nos está aquejando", cerró.

Desde el Centro Azucarero Argentino (CAA), que agrupa y representa los intereses de los ingenios del NOA, si se derogase la Ley del Azúcar, sancionada en 2003, tal como lo establece el mega DNU, se traduciría en la desaparición de las barreras arancelarias para la importación de azúcar que contempla esta legislación

 "El mercado internacional del azúcar es uno de los más regulados del mundo, por los subsidios, el dumping y restricciones de todo tipo de algunos países, que perjudican a los productores no subsidiados, como los argentinos", señala el pronunciamiento del sector. Entienden que sería imposible para la producción local competir con gigantes del mundo, como lo es Brasil, que protege a esta actividad.

Inquieta a bodegueros un artículo que integra la ley ómnibus

Bodegas de Argentina informó el viernes su preocupación por uno de los artículos del proyecto de ley ómnibus y amplió que “el 8% de derechos de exportación al vino agravará al extremo la mala situación de las exportaciones y tendrá repercusiones negativas en el año 2024”.

La cámara empresarial que agrupa a más de 250 bodegas y empresas proveedoras del sector vitivinícola manifestó la “profunda inquietud de sus asociados” ante el proyecto de ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos, que “de manera desalentadora propone la imposición del 8% de derechos a las exportaciones de vinos amenazando directamente el sustento de cientos de miles de trabajadores”, señalaron.

De ese modo, explicaron que el 8% equivale a sumar sólo 60 millones de dólares a las arcas estatales, constituyendo apenas el 0.005% del gasto público; perjudicar aún más la competitividad de las exportaciones argentinas frente a países sin gravámenes a las exportaciones; acentuar la caída de las ya mermadas ventas al exterior del vino, que en último año decreció aproximadamente el 30%; y entregar al estado un mes completo de ingresos por exportaciones.

Asimismo, añadieron que también implicaría un tercio del monto que las bodegas gastan en concepto laboral; un cuarto de las compras de materias primas e insumos; superar los fondos destinados a promoción y publicidad, normalmente alrededor del 5% de la facturación; reducir la cantidad de empleos directos e indirectos, impactando negativamente en la inclusión y arraigo en las zonas vitivinícolas; generar consecuencias negativas en actividades relacionadas como el enoturismo, fuente vital de ingresos en divisas para la región; y resultar en la pérdida de valor agregado de un producto que podría degradarse fácilmente a la categoría de commodity.

Sostuvieron que “la devaluación del tipo de cambio oficial y el mix para la liquidación de exportaciones del 80% tipo de cambio oficial y 20% dólar financiero, inicialmente generan una mejora competitiva del 20%, que disminuye al 12% con la aplicación del 8% en concepto de derechos de exportación”.

“El tipo de cambio para las importaciones aumenta un 118% debido a la devaluación anunciada y al incremento del impuesto país. Como resultado de los puntos mencionados, los proveedores de los insumos más críticos han anunciado incrementos del orden del 60%”, siguieron desde Bodegas de Argentina.

Para cerrar, informaron que “frente a esta realidad urgente, desde Bodegas de Argentina instamos a las autoridades nacionales a reconsiderar esta medida. Convocamos a los gobernadores con desarrollos vitivinícolas a ilustrar sobre esta situación, y solicitamos a los legisladores nacionales que no respalden las retenciones a las exportaciones de vinos en las instancias correspondientes”.

 

 

 

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