Presencia de metales pesados en aguas del Pilcomayo genera polémica con Bolivia
Continúan las advertencias y recomendaciones de cuidado de consumo de agua y peces en el río Pilcomayo. Esto a partir de una serie de contradicciones en unos estudios sobre la calidad del agua del mencionado curso, por lo que los organismos responsables del estudio de la cuenca en Paraguay, Bolivia y Argentina, repetirán los análisis necesarios.
Y es que la Gobernación de Tarija afirmó y ratificó que la carne de pescado del Pilcomayo presenta metales pesados por encima de los niveles permitidos, mientras que desde el Viceministerio de Medio Ambiente de la Nación del vecino país, desacreditan los estudios y aseguran que un informe de monitoreo descarta afectación en la fauna ictícola, considerando dudoso el análisis realizado.
De las especies analizadas (sábalo, bagre, boga y sardinas), además de la calidad del agua en los puntos establecidos para el muestreo; la respuesta por parte del Ministerio de Salud de Bolivia es que “no existe esa concentración (de metales pesados) que alarmó en su momento, los límites permisibles no han sido superados por nada y esto lo hemos hecho conocer conforme corresponde a la Gobernación de Tarija y otras instancias”. Agregó que en el informe de la Gobernación no figuran los puntos georreferenciados, ni señalan las especies analizadas ni la parte del tejido cárnico analizado, ni las condiciones de custodia y manejo de las pruebas desde el lugar de origen hasta el laboratorio.
A su vez, la Gobernación tarijeña respondió que, ante la condición de río transfronterizo del Pilcomayo, insistirán en un nuevo análisis con un laboratorio de la Cuenca del Plata; según declaró el secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación, Efraín Rivera.
Estos análisis serán realizados en Argentina o Paraguay, además que nuevamente serán elevados a la INSO; y ratificó la recomendación de evitar el consumo de pescado del río Pilcomayo.
Los datos
El informe presentado por Tarija el pasado 3 de agosto revelaba los datos del muestreo tomado en cinco puntos del río Pilcomayo, entre el 13 y 21 de julio; muestras que fueron enviadas al Instituto Nacional de Salud Ocupacional (INSO).
Asimismo, y del análisis de la carne de pescado (sábalo), el informe en cuestión advierte presencia de mercurio hasta en 0.81 mg (miligramo), cuando el límite permisible es de 0.5 mg, de acuerdo al Codex Alimentario que utiliza la Organización Mundial de la Salud (OMS).