Judiciales

Procesan al ex alcaide Alzugaray por el crimen de un colega al que creía delator

Se trata del ex Alcaide Mayor Juan Carlos Alzugaray, condenado a 20 años de prisión por la “Masacre de Palomitas”. Ahora, el Juzgado Federal N°1 lo procesó por el crimen de Héctor Pérez, un colega que cuestionaba dicho operativo.

En un reciente procesamiento, dictado el 13 de abril pasado en contra de Juan Carlos Alzugaray -un ex jefe del Servicio Penitenciario de la Provincia- el juez federal N°1 Julio Bavio sacó a luz otro hecho de lesa humanidad que evidencia el grado de impunidad y desprecio por la vida humana que imperaba en Salta, durante la última dictadura militar.

El caso se distingue porque la violencia fue dirigida hacia una persona que no encajaba con el perfil de "enemigo de la seguridad nacional", pues se trataba nada menos que de un colega: Héctor Ramón Pérez, ex integrante del servicio penitenciario provincial, cuyo pecado fue haber cuestionado el accionar represivo en el caso conocido como la "Masacre de Palomitas".

Pérez ostentaba la jerarquía de prefecto mayor y, al momento del asesinato masivo de los 11 presos políticos, se desempeñaba como Director de Seguridad, por lo que conocía al detalle cómo salieron esos detenidos del penal de Villa Las Rosas rumbo a Palomitas, donde fueron acribillados. Alzugaray, su amigo y colega en esa fuerza provincial, sabía lo mismo y aún más, pues al momento del caso Palomitas era el jefe de la Guardia Externa del penal, razón por la cual fue juzgado y condenado a 20 años de prisión como partícipe necesario, sentencia dictada por el juez Bavio el 5 de diciembre de 2011.

Con el correr del tiempo, aquel deleznable hecho que sesgó la vida de once presos políticos, se mantenía latente dentro del penal. Era un secreto a voces, del cual todos se cuidaban de mencionar, en especial ante los jefes que tuvieron alguna participación.

Uno de ellos, y según surge del procesamiento, era precisamente Alzugaray, quien había llegado al servicio penitenciario provincial procedente de la Policía Federal, donde se le adjudicaba haber realizado tareas de inteligencia. Pérez, en tanto, se desempeñaba en esa fuerza desde 1972 y lo hacía en la Unidad Carcelaria de Orán, aunque en 1976, cuando su padre, Héctor Braulio Pérez fue designado director del Servicio Penitenciario, fue trasladado al penal de Villa Las Rosas.

Ambos coincidieron rápidamente y se hicieron amigos, aunque esa amistad se alternaba con discusiones esporádicas en la casa de Pérez. Al respecto, y como resultado de una profunda investigación impulsada por el fiscal general Carlos Martín Amad, del Área de Derechos Humanos, se logró reunir varios testimonios que dieron cuenta de que víctima y victimario solían andar siempre juntos.

En ese marco, un testigo de identidad reservada aportó un dato clave, al señalar que Pérez, dos días después de la masacre de Palomitas, reunió al personal administrativo e informó que lo sucedido con los 11 presos "lo hicimos" por orden del Poder Ejecutivo Nacional.

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