Productores proponen crear más canales directos de compra para abaratar el precio de la verdura
El precio de la verdura en Salta subió un 133% en el 2022 según relevamientos del ISEPCI, muy por encima del 76% que proyecta el INDEC como inflación anual acumulada. Los productores advierten que las variables de aumento son estacionales o por precios que inflan los mercados concentradores.
En Salta las verduras tuvieron un incremento del 14% en octubre, uno de los mayores del año 2022 y llegaron a un acumulado del 133% en lo que respecta al periodo 2022.
Según consignó a Nuevo Diario Elsa Yanaje, encargada del Mercado del Abasto de Buenos Aires por la Federación Rural para la Producción y el Arraigo, la suba del precio no está ligada a la producción, es decir, a lo que los productores venden sino que está relacionado a otras variables.
Entre los puntos que encarecen el valor de las verduras se encuentran los costos que fijan los mercados concentradores. “El productor se la venden –a la verdura- siempre al intermediario, quien generalmente le sube a veces excesivamente los precios y repercute más en las góndolas para el consumidor”, explicó Yanaje.
El propio presidente del COFRUTHOS en Salta, Enrique Del Pino, advirtió en julio por FM Ya (91,3) que el precio en Salta se encarecía por los costos del transporte desde la zona de producción hasta los mercados concentradores.
Si bien las variables estacionales infieren sobre el precio de determinados productos, la constante alza en los precios da cuenta de una constante suba que ha tenido el rubro.
En ese sentido, Yanaje sostiene que la mejor manera de abaratar los precios para los consumidores es generar circuitos de compras directos con el productor, que permita saltear a los intermediarios a los que se señalan son quienes inflan el precio.
“Es necesario generar más canales directos de compra y comercialización alternativas de menor a mayor escala. Ferias, mercados regionales, corredores provinciales en la que se puedan intercambiar las producciones, compras desde el estado”, reflexionó la productora.
Yanaje por otro lado cuestionó que a veces no hay control con el precio que colocan los mercados a las verduras, ya que no se condicen con los costos que tiene el traslado. “Un ejemplo personal que tuve fue con el tomate perita en mi quinta, me pagaban el cajón de 18kg a 350$, y en el mercado central ese mismo cajón lo vendían a 1.500$ o 2.500$, y es un mercado que está a 2 horas”, expresó.
En la actualidad desde el ISEPCI señalan que el rubro es el que mayor incremento tuvo en alza en todo el año.
También cabe destacar que al menos el 90% del mercado de frutas y verduras se encuentra asentado en la informalidad, que son las verdulerías barriales. Se calcula que solo el 8% del comercio de este rubro se encuentra en supermercados.
Este hecho acentúa la dificultad que tiene el estado para poder controlar uno de los rubros de mayor importancia dentro del consumo de la sociedad.