Quejas: no se puede transitar por “Ventanas al pasado” en sillas de ruedas
La obra inaugurada sobre calle Ituzaingó ha recibido ya varias quejas, mientras miles de salteños pudieron ya pasar por el mercado para echar un vistazo al espacio creado por el municipio local.
Ese espacio se rearmó tras el hallazgo de durmientes antiguos en esa arteria, sin embargo, muchos se vieron impedidos y se sienten invisibilizados.
Se trata de personas con capacidades especiales, quienes no pudieron llegar hasta el paseo “Ventanas al pasado” debido a que las calles y veredas aledañas se encuentran rotas y, en muchos casos, ni siquiera hay rampas que permitan la movilidad de personas que necesitan de sillas de ruedas.
Gabriela, mamá de un hijo que requiere de esta ayuda para movilizarse, envió a este medio una serie de fotos mediante las cuales dejó en evidencia el brutal desafío que plantean las calles y veredas del centro, en especial las que rodean el nuevo paseo.
Como todos, intentó llevar a su hijo hasta las nuevas obras, pero le fue imposible, ya que en calle Alvarado e Ituzaingó directamente no se cuenta con rampas adecuadas, mientras que otras veredas están rotas e impiden el normal movimiento de las sillas de ruedas.
Tampoco lo pudo hacer desde calle San Martín, donde a las dificultades del terreno se suma el aglutinamiento de transeúntes, los que tampoco evidencian signos de solidaridad, lo que hace más invisibles a las personas que están confinadas al uso de sillas de ruedas.
En vista de ello, a la queja de esta mamá se sumaron otras más que tienen un mismo común denominador: la imposibilidad de gozar de un normal tránsito debido a las calles y veredas deterioradas, un problema que se le adjudica en especial a las autoridades municipales. Cabe señalar que muchos desarreglos señalados son producto de reparaciones de caños de agua rotos, un malestar ya reconocido y generalizado en la ciudad.
Gabriela pidió que se tome cartas en el asunto y, así como se invirtió en la obra recientemente inaugurada, también se dispongan medidas para permitir que todos tengan la posibilidad de visitar el paseo “Ventanas al pasado”.
Por otra parte, el viernes pasado y a causa de las fuertes precipitaciones en el micro y macrocentro, muchos transeúntes se refugiaron en los techos del Mercado San Miguel, sobre calle Ituzaingó, donde pudieron notar que el agua de la lluvia entraba a las obras de los durmientes.
Por otra parte, una comerciante de la zona indicó en una entrevista radial que se debe “tener cuidado si alguno llega a pisar los vidrios cuando estén mojados porque son resbaladizos”. Si bien la intención de los vidrios no es que precisamente la gente camine por encima, varios puesteros observaron que esto sucede y es necesario advertir o señalizar el sector para evitar pisar los vidrios.