Quiénes pueden cursar con más gravedad el virus sincitial respiratorio
La lactancia materna y el carnet de vacunación al día son fundamentales para disminuir cuadros graves en pacientes pediátricos. Además, es necesario desinfectar superficies de uso común en el hogar y evitar el contacto de los bebés y niños con personas resfriadas.
El virus sincitial respiratorio (VSR) es uno de los virus que causan enfermedades respiratorias, es decir, en la nariz, garganta y pulmones.
Generalmente, el VSR produce un resfriado común, que puede ir seguido de un cuadro de bronquiolitis o neumonía. Por lo general, los síntomas duran entre 5 y 7 días, pero la excreción viral puede durar hasta 3 semanas.
Si bien cualquier persona puede contraer esta enfermedad, el VSR produce casos más graves en los bebés y niños hasta los tres años. También, puede provocar una enfermedad grave en adultos mayores o a quienes tengan un sistema inmunológico debilitado.
Este virus es contagioso y se propaga a través de las gotitas expulsadas por un paciente infectado al toser o estornudar; ingresa al cuerpo por la nariz o los ojos. Además, se puede contraer con facilidad al tocar objetos o superficies contaminadas o por tener las manos sucias o mal higienizadas.
Cabe destacar que el VSR puede sobrevivir hasta 90 minutos en las manos sin lavar y alrededor de seis horas en superficies, teclados, juguetes, picaporte, ropas, etc.
Las reinfecciones son comunes en esta patología y la mortalidad es baja; pero si se superpone una enfermedad preexistente, la mortalidad puede superar el 30% de los casos.
Entre los síntomas más frecuentes de esta infección se encuentran:
- Congestión nasal
- Dolor de garganta
- Dolor de cabeza
- Tos
- Fiebre de 38º C o más
- Falta de apetito
- Sensación de malestar general
Para prevenir el VSR es fundamental que la madre alimente a su bebé con leche materna, ya que tiene anticuerpos únicos para evitar y combatir infecciones y mantener al día el esquema de vacunación.
Es aconsejable desinfectar regularmente las superficies del hogar, evitar exponer al bebé o niño al humo del tabaco u otras sustancias y limitar el contacto del bebé a con personas resfriadas.