Deporte

Racing no pudo con Flamengo y se quedó en la puerta de la final

Le arruinaron la fiesta en Avellaneda. Racing Club intentó con todas sus armas lograr la remontada, pero no pudo vulnerar a Agustín Rossi, la figura del partido.

Así, Flamengo sacó un empate 0 a 0 que lo clasificó a la final de la Copa Libertadores por el 1 a 0 logrado en la ida.

El empuje, la presión y la locura que se vivió con el recibimiento de los hinchas racinguistas, no se trasladó a los jugadores de la Academia. No por falta de actitud, sino por los inconvenientes futbolísticos que el elenco de Gustavo Costas mostró.

Sin un conductor claro que pueda hacerse cargo de la gestación y el control del balón, careció de ideas para vulnerar el arco rival durante todo el primer tiempo. A tal punto, que las únicas dos oportunidades que el dueño de casa generó fueron en acciones aisladas.

Primero, un centro de Mura y el cabezazo de Conechny que Rossi sacó de manera increíble; y luego con un pelotazo largo de Cambeses que le quedó a Solari, que enganchó ante Varela y remató apenas ancho.

Por su parte, el Mengao fue la cara opuesta, contó con dos disparos cercanos de Araújo pero Facundo Cambeses también respondió. El arquero le tapó un mano a mano a Varela y otro a De Arrascaeta, sosteniendo la caída de su valla.

En el complemento, la visita perdió la pelota y se retrasó en el campo. Carrascal dejó de ser picante, De Arrascaeta y Jorginho no gravitaron, y Gonzalo Plata se fue expulsado a los 10 minutos.

Racing entendió que era el momento de apretar y trató de llenar de centros al Fla para hacer realidad la remontada. El ingreso de Duván Vergara y el adelantamiento de Nardoni y Almendra fueron claves. Este último fue el que rompió el hielo, con un remate desde afuera del área que obligó a Rossi a dar rebote. El ex Boca también respondió ante un cabezazo de Martínez.

Sobre el final, Vietto tuvo un remate a corta distancia que Rossi tapó, y Colombo probó con un disparo que se fue desviado.

Racing peleó y no dejó nunca de soñar con la gran final. Con buenas y malas decisiones se hizo cargo de la ilusión de su gente, pero se quedó en la puerta de lo que podría haber sido una noche histórica.

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