Interés general

Recomiendan consultar al médico ante la presencia de pediculosis en niños

La pediculosis no provoca enfermedades graves ni transmite ninguna enfermedad, pero es una molestia, un problema bastante común que suele afectar mayormente a niños en edad escolar y a sus familias, por el contacto directo.

Se llama pediculosis a la presencia de unos insectos pequeños, llamados piojos, en el cabello o zonas vellosas del cuerpo de cualquier persona, independientemente de las condiciones de higiene, de la condición social o económica o el lugar de residencia.

Si bien es muy común entre los niños, la pediculosis puede presentarse en personas de cualquier edad.

Los piojos son insectos pequeños, de forma aplanada y sin alas. La infestación por estos parásitos produce complicaciones dermatológicas en el cuero cabelludo o en las zonas vellosas afectadas, como pubis y axilas.

Un piojo pasa del estado de larva a adulto en tres semanas. Su ciclo de vida dura alrededor de 30 días y durante ese tiempo cada hembra es capaz de poner cerca de 200 huevos, llamados liendres.

El piojo se alimenta de sangre. Para ello pica el cuero cabelludo y al hacerlo inyecta una toxina irritante y anticoagulante. Eso hace que la persona se rasque y provoque heridas en la piel, lo cual puede ser puerta de entrada de alguna infección u ocasionar otros problemas.

Para erradicar los piojos no se debe utilizar remedios caseros ni sustancias peligrosas, como querosén, insecticidas u otros productos tóxicos. Se recomienda consultar siempre con un pediatra o dermatólogo, quien indicará el tratamiento más adecuado para la eliminación de los piojos adultos y sus crías.

Recomendaciones

Los piojos pueden vivir 48 horas sin alimentarse de sangre en un ambiente de humedad y temperatura que los favorezca. Por eso se recomienda:

Lavar la ropa usada en el día con agua caliente (guardapolvo, bufanda, camisas, etc.)

Pasar aspiradora en sillones, asientos de auto.

Cambiar la ropa de cama y lavarla con agua caliente.

Lavar los juguetes de uso diario.

Lavar con agua caliente los peines y cepillo de uso diario.

Además, se recomienda el control permanente, para evitar posibles reinfecciones.

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