Rosario de la Frontera: Aclaran episodio de violencia en la guardia del Hospital
El Hospital Melchora Figueroa de Cornejo, en Rosario de la Frontera, quedó en el centro de la polémica tras un episodio de violencia ocurrido en su guardia.
Ante versiones contradictorias y confusión sobre la identidad del profesional involucrado, el gerente del establecimiento, Dr. Miguel Astudillo, salió a aclarar públicamente la situación.
Astudillo desmintió de manera categórica que el Dr. Raúl Aparicio, hoy gerente general del Hospital Santa Teresa de El Tala, haya participado en los hechos difundidos por algunos medios.
“No tuvo ninguna intervención en el episodio”, aseguró. Según la documentación interna, el profesional presente durante el altercado fue el Dr. Montalva Aparicio, traumatólogo de guardia.
El origen del conflicto
El incidente se desencadenó cuando Pablo Saravia denunció haber sido agredido mientras esperaba atención médica, asegurando que la situación le produjo una doble fractura de mandíbula y lesiones dentales. El hecho ocurrió alrededor de las 14.30 y, de acuerdo con Astudillo, existen versiones contrapuestas que ahora se encuentran bajo investigación.
El gerente detalló que Saravia había ingresado con dolor en un brazo y fue derivado a radiología. La enfermera que lo acompañaba se retiró momentáneamente para asistir una emergencia cardíaca, mientras el traumatólogo de guardia se encontraba atendiendo en otra sala.
Al regresar, el joven fue informado de que debía esperar debido a la priorización de la urgencia cardíaca. En ese momento, según los descargos del personal, Saravia reaccionó con agresiones verbales, generando tensión dentro de la guardia.
“El muchacho se ofuscó y comenzó a agredir. Esto lo digo basado en documentación y denuncias”, puntualizó el gerente.
La médica de guardia pidió intervención policial y, al intentar mediar, el traumatólogo se interpuso entre el paciente y el personal. Finalmente, Saravia fue retirado del sector. Ya afuera, continuó golpeando puertas y terminó rompiendo un vidrio del acceso principal, por lo que fue demorado.
Sobre la fractura que denunció Saravia, Astudillo fue prudente:
“No puedo aseverar que esa fractura haya sido provocada en ese momento. Es un diagnóstico posterior que deberá confirmarse al finalizar la investigación”, señaló.
El gerente también desmintió la veracidad de las imágenes difundidas en redes sociales y medios digitales.
Trabajo hospitalario y continuidad de la investigación
Astudillo remarcó que se trata de un hecho aislado, que no refleja la labor cotidiana del hospital. Solo ese fin de semana, la guardia atendió 240 pacientes adultos, 80 en pediatría, además de 16 internaciones y varios procedimientos urgentes.
“El hospital es una institución de contención y atención. Estos episodios no pueden opacar el trabajo profesional del equipo”, enfatizó.
La investigación administrativa y judicial continúa abierta, con revisión de registros fílmicos, declaraciones del personal y seguimiento de la evolución clínica del joven. Si se determina alguna responsabilidad, se aplicarán las sanciones correspondientes.