Rusia es el primer país en reconocer oficialmente al Emirato Islámico talibán

Rusia aceptó las credenciales del nuevo embajador afgano, convirtiéndose en la primera nación en reconocer formalmente al gobierno que encabeza el Emirato Islámico. Esta decisión, impulsada por el Kremlin tras retirar a los talibanes de su lista de organizaciones terroristas, tiene como objetivo consolidar relaciones estratégicas y fortalecer la estabilidad regional.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia anunció que, tras haber recibido las credenciales del diplomático Gul Hassan Hasan, se da inicio a una “cooperación bilateral productiva” con el Emirato Islámico . Este gesto sigue a la decisión del Tribunal Superior ruso de descalificar al grupo como organización terrorista en abril de este año, lo que allanó el terreno para el reconocimiento oficial.
Asimismo, las autoridades talibanes expresaron su satisfacción a través de canales oficiales: el ministro de Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi, calificó la medida como un “paso histórico” y confía en que sirva de ejemplo para otras naciones. Además, en la embajada afgana en Moscú se izó la bandera del Emirato, acta simbólica de una nueva era diplomática entre ambos países.
Por otra parte, el comunicado de la Cancillería rusa detalló que este reconocimiento servirá para cimentar alianzas en diversos sectores clave: seguridad, lucha contra el terrorismo, narcotráfico, energía, transporte, agricultura e infraestructura . En este sentido, la decisión marca un giro en la política exterior rusa, que desde 2022 ha mantenido intercambios comerciales con Afganistán, aunque sin reconocimiento formal .
Además, la medida adquiere relevancia en el contexto geopolítico actual. En parte, responde a la necesidad de Moscú de combatir amenazas extremistas como ISIS-K, responsable del ataque mortal contra un concierto en Moscú en 2024, y de controlar el flujo de estupefacientes hacia su territorio . Según declaraciones oficiales, el reconocimiento busca reforzar la estabilidad regional mediante una asociación estratégica.
Sin embargo, la decisión ha desatado críticas en Occidente y organismos de derechos humanos, que recuerdan la alarmante situación de las mujeres y niñas bajo el régimen talibán. Desde 2021, las restricciones impuestas incluyen la prohibición de trabajar o estudiar más allá del sexto grado, así como limitaciones graves en libertad de movimiento y expresión femenina .
Fuente: La Nación