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Rusia y Ucrania intensifican los ataques con drones, una táctica clave en la guerra

La guerra entre Rusia y Ucrania sigue marcada por el uso masivo de drones. Así, se convirtieron en el sello distintivo de este conflicto que entra en su cuarto año. En las últimas horas, ambas partes volvieron a intercambiar ataques con aviones no tripulados de largo alcance.

Según informó la Fuerza Aérea ucraniana este viernes, Rusia lanzó durante la noche 363 drones tipo Shahed y señuelos, junto con ocho misiles. Las defensas antiaéreas de Ucrania derribaron todos los misiles de crucero menos dos. También, neutralizaron 359 de los drones, ya sea por interceptación directa o mediante interferencias electrónicas.

Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso aseguró haber derribado 39 drones ucranianos en varias regiones. Incluyó 19 en Rostov y 13 en Volgogrado, ambas ubicadas al este de Ucrania. Moscú también reportó breves interrupciones en tres aeropuertos por los ataques, además del cierre temporal del puente de Crimea.

Ninguno de los dos gobiernos informó sobre víctimas o daños materiales importantes.

Tecnología y terror desde el cielo

El creciente protagonismo de los drones refleja la carrera armamentística entre Kiev y Moscú por desarrollar equipos cada vez más letales y sofisticados. Los Shahed rusos, fabricados en masa en la región de Tartaristán a partir de un diseño iraní, han sido adaptados con ojivas más potentes. Son conocidos como “drones suicidas”, ya que se lanzan en picado y explotan al impactar.

El zumbido constante de sus hélices, previo al impacto, genera una angustia constante entre la población civil, que no puede anticipar ni el momento ni el lugar del golpe.

Frente a esta amenaza, Ucrania está implementando nuevas estrategias defensivas. En lugar de confiar únicamente en unidades móviles en tierra, está empezando a utilizar drones interceptores de desarrollo propio para combatir los ataques aéreos rusos.

Daños civiles y consecuencias humanitarias

Más allá del campo de batalla, los drones también han sido utilizados para atacar zonas urbanas y civiles. Un informe publicado el jueves por la Misión de Monitoreo de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania indicó que, desde el inicio de la guerra hasta abril de 2025, al menos 395 civiles murieron y 2.635 resultaron heridos por ataques con drones de corto alcance.

El 90% de estos ataques fueron atribuidos a las fuerzas rusas.

Según el informe, el uso de drones en áreas civiles no solo causa víctimas, sino que interrumpe gravemente la vida cotidiana, restringe la movilidad y dificulta el acceso a alimentos, atención médica y servicios básicos.

El frente tecnológico

Con recursos limitados y desventajas en número de tropas y armamento pesado, Ucrania ha volcado su esfuerzo en el desarrollo de tecnología de drones, incluidos dispositivos marítimos de largo alcance, y ha formado a miles de soldados para operarlos. Mientras tanto, ambos bandos también emplean drones más pequeños para tareas de vigilancia y ataque a lo largo de una línea del frente que se extiende unos 1.000 kilómetros.

En un conflicto cada vez más definido por la tecnología, el cielo se ha convertido en un campo de batalla constante, donde los zumbidos de los drones reemplazan al estruendo de los tanques. La guerra entre Ucrania y Rusia, sin resolución a la vista, sigue redefiniendo los límites del combate moderno.

Fuente: AP News

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