Salarios privados: las provincias que lideran y las que no salen del pozo
Algunas jurisdicciones escalaron muchas posiciones, mientras otras se derrumbaron. Qué factores catapultaron o anclaron los sueldos.
La dinámica salarial de Argentina es muy compleja y está atada a múltiples factores, pero lo más llamativo es la enorme amplitud que existe entre los ingresos de los trabajadores según la provincia en la que residan.
En las últimas tres décadas la realidad de las diferentes regiones del país ha ido cambiando, pero siempre han terminado ganando -en términos de salarios- aquellas jurisdicciones que enfocaron su economía en el sector externo o en la explotación de minas y canteras.
Según estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo, en 1995 (último dato desagregado disponible) la provincia que mejores sueldos pagaba era Tierra del Fuego, con $1.186 promedio en pesos corrientes.
Le seguían Santa Cruz ($ 1.087) y Capital Federal ($ 1.018).
En el otro extremo del ranking se encontraban San Juan ($352), Santiago del Estero ($503) y Formosa ($496).
De un extremo a otro existía una diferencia de $689, que se traducía en una brecha del 139%. Cabe aclarar que en este artículo se están tomando en consideración únicamente los sueldos brutos (antes de descuentos) de los trabajadores privados registrados. Es decir que no se está considerando a los informales ni a los empleados estatales.
¿Qué pasó después? A partir de ese momento las cosas cambiaron. A través de los años, algunas provincias se desplomaron en el ranking de salarios, mientras que otras crecieron con mucha fuerza.
Datos de 1995
Sin duda alguna, el gran ganador desde 1995 hasta hoy fue San Juan, que mejoró 11 posiciones en relación a las demás provincias. También se destacaron La Pampa y Formosa, que crecieron siete lugares; Entre Ríos (mejoró cinco posiciones) y Neuquén, que escaló al segundo puesto del podio.
Datos de 2022
En contraparte, los grandes perdedores fueron La Rioja (perdió diez lugares), Tucumán (-9) y Catamarca (-8). No fue bueno tampoco el desempeño Corrientes, que cayó cuatro puestos.
En la tabla general, hoy se encuentra en la cima Santa Cruz, con un salario promedio bruto a mayor de 2022 de $262.894, seguida por Neuquén ($231.007) y Chubut ($226.234). En el fondo aparecen Tucumán ($101.213), Misiones ($96.772) y Santiago del Estero ($92.774), siempre hablando de salarios del sector privado antes de los descuentos jubilatorios.
En términos nominales la brecha salarial entre provincias alcanza $170.120, lo que se traduce en una brecha del 183%. Eso significa que durante el período analizado la diferencia entre las provincias más ricas y las más pobres en términos salariales aumentó 44 puntos porcentuales.
Qué hicieron para subir
Una cosa está clara: todas las provincias se desenvuelven bajo el mismo escenario macroeconómico. Todas pasaron por la salida de la convertibilidad, la llegada a la inflación de dos dígitos, la implementación del cepo cambiario, las restricciones a las importaciones y el incremento de la presión tributaria general, entre muchos otros acontecimientos económicos.
Partiendo de ese punto, surge la incógnita de qué hicieron algunas provincias para fortalecer la calidad de su mercado laboral mientras otras caían sin freno. Las respuestas son muchas y algunas se aplican solo a algunos casos muy puntuales.
Comenzando por las que más crecieron y aquellas con mejor desempeño histórico, el economista Nicolás Aroma señaló que San Juan es la segunda provincia que más se destaca en actividades referidas con la explotación de minerales, solo detrás de Santa Cruz. “Eso ha implicado un salto positivo en relación de la mejora de salarios para esas provincias. En el caso de san Juan el salto es considerable”, apuntó.
“En el caso de La Pampa (creció siete lugares), es una de las provincias en la que se destacan las actividades relacionadas con la electricidad. Se trata de un sector que también paga salarios altos”, agregó.
También Raúl Mercau, economista y director de la carrera de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo, relacionó el fuerte crecimiento de San Juan con el desarrollo del sector minero durante los últimos 30 años.
Sin embargo, consideró que su mejora tiene mucho que ver también con la capacidad de sus sucesivos gobiernos de diversificar la matriz productiva, incluyendo el desarrollo de algunos sectores agroindustriales de alta rentabilidad.
“A eso se suman las buenas inversiones en obra pública, como los diques que han construido en los últimos años”, agregó.
Mercau analizó también el caso particular de Santa Cruz y Tierra del Fuego, dos provincias que a su criterio, más allá de los cambios que han tenido en el ranking, demuestran que los regímenes especiales de La Patagonia tienden a ubicar a la región en un mejor lugar en términos salariales, aunque no hay que olvidar que el costo de vida en esas zonas es mucho mayor que el promedio.
“También el AMBA tiene una situación de política social y de sostenimiento bastante importante, por cuestiones políticas. Eso conduce a que los salarios siempre tienden a ser más altos en esa región”, subrayó.
Estuvo de acuerdo el economista Carlos Rodríguez, aunque consideró que en ese caso también tracciona el efecto de aglomeración de la población. “Muchas de las principales actividades administrativas, bancarias y financieras tienden a concentrarse donde hay mayor cantidad de población. Son sectores con altos niveles de informalidad y que tienden a aumentar los salarios promedios”, comentó.
Como concepto general, en relación a las diversas provincias, Rodríguez remarcó que es claro que las provincias relacionadas a minería, petróleo y soja, son las que figuran con salarios más elevados. “También se paga mejor en las provincias que tienen una economía muy asociada al sector externo. Aquellas que exportan más, pagan mejores salarios”, justificó.
“En definitiva, la productividad es la que define el nivel de salarios y más aún si se vincula al sector externo. Eso explica por ejemplo la performance de La Pampa y San Juan”, agregó el experto.
Jorge Day, economista del Ieral (Fundación Mediterránea), coincidió con sus colegas respecto a que las diferencias salariales se explican en gran parte por la incidencia del petróleo en el Producto Bruto Geográfico (PBG) de cada provincia. “Eso se puede confirmar analizando el nivel de ingresos de las provincias petroleras y las mineras, como San Juan. También tienden a pagarse mejores sueldos en jurisdicciones de gran tamaño, como Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba”, aseguró.
Qué hicieron para caer
Resumiendo lo explicado por los especialistas, las provincias a las que mejor le ha ido en relación a los salarios son aquellas que se concentraron en sectores de alta productividad, como el petróleo y la minería. También se destacaron las que supieron invertir, las que saben aprovechar la aglomeración de la población y las que son incentivadas por el Estado Nacional.
Ahora resta analizar qué hicieron mal (o no hicieron) las provincias que cayeron en el ranking de salarios. Mercau sostuvo que es evidente que Catamarca, La Rioja, Tucumán, están en una situación de atraso relativo importante. “Hay un claro estancamiento económico general de estas provincias. En Catamarca (se desplomó ocho puestos), por ejemplo, se observa una caída muy grande porque esa provincia tuvo un 'boom minero' a principios de los '90 y hoy está en una situación muy diferente”, destacó.
“La Rioja y San Luis caen por la finalización de los regímenes de promoción industrial. En lo que respecta a las provincias del norte, como Tucumán y Misiones, se ven factores complejos, como la crisis política y social casi permanente en esas provincias”, agregó.
En una mirada más general, Carlos Rodríguez recordó que el nivel de los salarios depende directamente de la composición orgánica del capital. “En la práctica, los sueldos se ven afectados también por el grado de concentración de la industria, el poder de negociación de los sindicatos y la cantidad ayuda o subsidios gubernamentales”, apuntó.
Para Aroma, las brechas salariales entre provincias están asociadas a la capacidad económica y productiva de cada jurisdicción.
“Hay una diferencia muy grande entre el norte, centro y sur del país. De ahí se desprende la Coparticipación Federal de impuestos, que más allá de las protestas de algunas provincias, tiende a equilibrar, por medio de los recursos, las diferencias que existen en términos de producción y territorio. Por eso es que las provincias del norte reciben mayores fondos que el resto”, declaró el economista.
“El principal problema de la brecha salarial entre provincias es justamente un desarrollo muy desigual del país, algo que se agrava debido a la enorme extensión de nuestro territorio”, concluyó.
Fuente: El Economista