Salas dijo que dejó Racing por “dignidad” y liquidó a Milito

Maximiliano Salas, el nuevo refuerzo de River aprovechó sus redes sociales para desmentir a la dirigencia de Racing al afirmar que nunca le mejoraron su contrato y que recibió destrato.
Una de las figuras de la Academia de Gustavo Costas, quien supuestamente había aceptado renovar su contrato y le había dado la mano (y su palabra) al presidente Diego Milito de que así iba a ser, ejecutó la cláusula de recisión de 8 millones de euros para desembarcaer en el “Millonario” en medio de una intensa polémica.
Salas hizo una publicación en Instagram en la que se despidió del club de Avellaneda, agradeció a Costas, a sus “compañeros y trabajadores del club”, y también apuntó duramente contra la dirigencia racinguista y su presidente Diego Milito. “Jamás le di mi palabra a nadie, ni tampoco la mano.
Eso es absolutamente falso” y según aseguró: “cuando River me llamó días antes de viajar a Paraguay, todavía no me habían mejorado el contrato”.
“Recién ahí se dieron cuenta de que yo ‘existía’ y de que se les iba a complicar a ellos y me ofrecieron el nuevo contrato cuando ya había interés de River. Sé que el hincha no tiene la culpa pero la dirigencia me hizo padecer todo este tiempo. Y dan información falsa a la prensa de mi falta de palabra”, continuó el futbolista.
“Nunca me quisieron aumentar un solo peso y para mí eso también fue una desilusión, utilizando la misma palabra que el Presidente de Racing calificando la situación”, puntualizó.
Y fue durísimo al sentenciar: “Decidí irme por dignidad, tras su destrato durante meses. Siempre fui de frente, pero es más fácil hacerme responsable de todo a mí, que dar la cara y admitir que se equivocaron”.
“Seguramente cometí muchos errores y pido perdón, pero no fui el único responsable en esta historia”, agregó Salas, quien además agradeció a los hinchas, al cuerpo técnico de Costas y a los trabajadores del club.
Juanfer, más cerca
El colombiano Juan Fernando Quintero está cerca de volver a Núñez, aunque el América de Cali exige un resarcimiento económico de entre 2 y 3 millones de dólares para liberar al jugador.