Salta

Salta: juzgan a un exmilitar y excomisarios por crímenes de lesa humanidad

La Justicia Federal juzgan a un ex militar y un ex comisario de la policía provincial por el crimen de un médico. También, inició otro juicio contra un ex integrante de la Policía Federal, acusado por tormentos agravados a un militante de peronista detenido ilegalmente.

El Tribunal Oral Federal N°1, integrado por los jueces Federico Santiago Díaz (presidente), María Alejandra Cataldi y Jorge Abelardo Basbus, comenzó este miércoles el juicio contra los exmilitares Ernesto Alejandro Repossi y el ex comisario de la Policía de Salta Joaquín Guil por el asesinato del médico Pedro Enrique Urueña.

El crimen ocurrió el 16 de diciembre de 1975. Las fuerzas del Ejército y la Policía de Salta secuestraron a Urueña de su casa en Tartagal. Luego, lo ejecutaron a balazos y dinamitaron su cuerpo. El motivo del crimen está vinculado con la labor política y social de la víctima.

La acusación penal incluye los delitos de privación ilegal de la libertad, cometida por un funcionario público, con abuso funcional y falta de las formalidades prescriptas por la ley, agravada por haberse cometido con violencia y amenazas.

Juzgan a Juan Carlos Alzugaray

Asimismo, ayer el Tribunal Oral Federal N°2 comenzó a juzgar a Juan Carlos Alzugaray, ex inspector de la Delegación Salta de la Policía Federal. El juicio es por su participación, en grado de coautor, del delito de imposición de tormentos agravados en perjuicio de Eduardo José Porcel. La víctima era un perseguido por político.

Los hechos se desarrollaron el día 18 de enero de 1975. Porcel fue detenido sin orden judicial por efectivos de la Policía de la Provincia en el kilómetro 13 de la ruta nacional N°9.

Desde ese lugar, fue conducido a la Central de Policía donde fue interrogado por sus vinculaciones con otros disidentes políticos. Luego, lo trasladaron a la Delegación Salta de la Policía Federal, donde se repitió la indagatoria. Allí, fue sometido a torturas por personal de dicha fuerza, y en particular por Alzugaray.

Al otro día, en tanto, fue trasladado al penal provincia de Villa Las Rosas, donde quedó alojado en calidad de detenido “a disposición del Poder Ejecutivo Nacional”. A los meses, el 1 de abril, fue trasladado con los ojos vendados hasta Tucumán, por un supuesto pedido del juez federal de esa provincia. Lejos de ese destino, terminó en el centro clandestino de detención denominado “La Escuelita”.

Posteriormente, deambuló por unidades carcelarias de distintos puntos del país, donde fue sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes. Entre otros penales, estuvo en la cárcel de “Villa Urquiza” de Tucumán, en la de Rawson y en la ciudad La Plata.

En función de este derrotero ilegal y criminal que padeció Porcel (h), la fiscalía enmarcó los hechos vividos como resultado del plan sistemático de represión ilegal imperante durante el terrorismo de estado, siendo identificado Alzugaray como uno de los responsables.

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