
En marzo de 2025, la inflación rompió con las expectativas oficiales y de las consultoras privadas, al registrar una suba del 3,7% mensual, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El dato no solo implica un aumento respecto al 2,4% de febrero, sino que representa el nivel más alto desde agosto del año pasado. El incremento fue impulsado, principalmente, por los rubros educación y alimentos, que escalaron un 21,6% y 5,9%, respectivamente. Este salto inflacionario se da en un contexto de fuerte incertidumbre económica, marcado por expectativas de cambios en el esquema cambiario, negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y tensiones en el mercado de divisas, donde el Banco Central debió vender casi USD 400 millones en un solo día.
Educación y alimentos, los motores del alza
Marzo es tradicionalmente un mes volátil debido al inicio del ciclo lectivo, lo que explica en parte el incremento desmedido en educación. Sin embargo, lo que más inquieta a analistas y a los hogares es la suba en alimentos y bebidas, el rubro de mayor incidencia en todas las regiones del país. Entre los productos que más aumentaron se encuentran verduras, tubérculos, legumbres y carnes, en un contexto en el que la Canasta Básica Alimentaria también registró un aumento cercano al 6%. Así, una familia tipo necesitó más de $1.100.000 para no caer por debajo de la línea de pobreza.
Expectativas
Los primeros relevamientos de abril anticipan que la presión inflacionaria continúa. Los aumentos semanales del 0,8% y 0,9% preocupan a los analistas, que proyectan otro mes con inflación por encima del 3%. El promedio mensual, que en enero era del 1,3%, se triplicó en apenas tres meses. Mientras tanto, el Gobierno aguarda la aprobación del acuerdo con el FMI por USD 20.000 millones, y promete un “nuevo esquema cambiario” que, esperan, contribuya a estabilizar la economía. Pero con los alimentos en alza, el dólar bajo presión y las expectativas lejos de anclarse, el escenario sigue siendo desafiante para la gestión de Javier Milei, que ve cada vez más lejana la meta de romper el piso del 2% mensual de inflación.
Una familia tipo necesitó más de $ 1,1 millones para no ser pobre
Una familia de cuatro integrantes necesitó en marzo un ingreso mensual de $ 1.100.267 para no caer debajo de la línea de la pobreza, tras el aumento del 4% que tuvo ese mes la canasta básica total (CBT), informó el INDEC este viernes.
Se trata de una fuerte aceleración con respecto al mes pasado, cuando había sido del 2,3%. Por su parte, ese mismo hogar conformado por dos personas adultas y dos menores de edad debió ganar $ 495.616 para que sus integrantes no queden en situación de indigencia.
Este último dato se desprende de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), indicador que determina la línea de la indigencia y que cerró en 5,9%. En la variación acumulada del año, la CBT tuvo un incremento del 7,4% y la alimentaria, un 10,3 por ciento.
De esta forma, ambas cifras quedaron por encima de la inflación de marzo, que cerró en 3,7%. En tanto, las variaciones interanuales se ubicaron en 38,4% (en el caso de la canasta básica alimentaria); y de 42,3% si se evalúa la canasta básica total.
“Se quedaron cortos”
El dato oficial sorprendió ampliamente a las estimaciones privadas. Mientras que el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central preveía una inflación del 2,6%, consultoras como Orlando J. Ferreres proyectaban entre 2,8% y 2,9%. Ninguna alcanzó el 3,7% final que reportó el INDEC. Para el economista Gabriel Caamaño, el aumento se explica por “la no linealidad del proceso” y la pérdida de efecto de los precios estacionales que, en marzo, “dejaron de jugar a favor”. En esa línea, los precios estacionales subieron un 8,4%, mientras que los regulados lo hicieron un 3,2%. En tanto, desde el Ministerio de Economía, que encabeza Luis Caputo, intentaron destacar el dato interanual, señalando que el 55,9% acumulado en los últimos doce meses implica una fuerte desaceleración frente al 11% registrado en marzo de 2024. “La variación interanual marca una fuerte tendencia de desinflación en el último año”, afirmaron.