Se relevaron más de 3 mil hectáreas productoras de fruta tropical en Salta
Autoridades del Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable analizaron esta mañana los datos arrojados por el Censo de Frutas Tropicales llevado a cabo por la Secretaría de Desarrollo Agropecuario.
El censo se realizó en forma articulada entre técnicos del INTA Regional Salta y Jujuy, y el equipo de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, con fondos suministrados por el Consejo Federal de Inversiones (CFI).
Tomó cerca de cinco meses y permitió identificar las superficies con plantaciones de frutales tropicales, categorizar los establecimientos productivos según la superficie y el nivel tecnológico con el que cuentan, y generar una base de datos para la toma de decisiones.
Durante el relevamiento, se detectaron más de 3 mil hectáreas ubicadas en Orán, Colonia Santa Rosa, Urundel y Pichanal que producen un promedio de 60 toneladas anuales de banana por hectárea, 14 de mango y 75 de papaya.
Además se analizó la infraestructura con la que cuentan los establecimientos, cable carril, invernaderos, salas y máquinas de empaques, y galpones de almacenamiento; como así también las condiciones en materia de tenencia de la tierra, propiedades comunitarias y cantidad de empleo que generan.
“Estos datos vienen acompañados de un análisis FODA, donde identificamos puntos a fortalecer y oportunidades, productor por productor, a fin de de lograr que la producción salteña se conozca en los mercados del centro del país”, indicó la secretaria de Desarrollo Agropecuario, Milagros Patrón Costas.
En el encuentro, el ministro Martín de los Ríos destacó que la información permite afinar las políticas públicas destinadas al sector, y recordó que la banana es la fruta que más se consume en el país, por lo que es fundamental posicionar la producción salteña en todo el mercado nacional: “Necesitamos un sello de origen, para identificar nuestra banana que es las más dulce que existe”.
El director regional del INTA Salta – Jujuy, José Minetti, señaló que el censo permitió identificar brechas tecnológicas de manejo agronómico donde se puede trabajar, generando tecnología y buscando financiamiento para apoyo del sector.