Sebastián Otero se realizó un test antidrogas para “predicar con el ejemplo”
Sebastián Otero, legislador de la provincia, se realizó un test antidrogas para “predicar con el ejemplo” en el marco de un proyecto que busca la obligatoriedad de estos exámenes a los funcionarios públicos.
El diputado por el departamento Metán, Sebastián Otero informó a Nuevo Diario sobre la decisión que tomó de someterse a un examen anti-drogas.
“No necesito ni una ley ni una ordenanza que me obligue, yo lo voy a hacer por voluntad propia. Así que fui al laboratorio Intralab de Metán donde me hizo un análisis de orina, y bueno, me dieron resultados negativos de sustancias de cocaína y de marihuana”, informó.
En este sentido, el diputado dio a conocer públicamente los resultados del examen al que se sometió:
Cabe aclarar que en el Concejo Deliberante de Metán se aprobó una ordenanza que determina la obligatoriedad a los funcionarios de presentar un estudio que compruebe que no consumen ningún tipo de sustancia ilegal, como cocaína o marihuana.
Bajo esta consigna, el diputado Juan Esteban Romero presentó el mismo proyecto ante la Cámara de Diputados. Allí, se incluye a todo el ejecutivo provincial y legisladores.
“Siempre me lo preguntaron desde un primer momento y yo dije que estaba totalmente a favor. Tenemos que ir más allá y si predicamos, prediquemos con el ejemplo. Porque entiendo que si nosotros sancionamos no va a ser retroactiva, vamos a sancionar por las autoridades que vengan en el 2025”, informó Otero.
La ordenanza sancionada en Metán
El Concejo Deliberante sancionó una ordenanza, la cual fue promulgada por el intendente José María Issa, la cual consiste en la obligatoriedad de realizar exámenes toxicológicos a todos los funcionarios municipales y concejales al asumir sus cargos y, en adelante, durante el ejercicio de sus funciones, si así se considera necesario.
Asimismo, la Ordenanza Nº 4418/24, entrará en vigencia el 10 de diciembre de 2025, y tiene como objetivo reforzar la transparencia en la gestión pública y promover una conducta ética en la dirigencia política, en respuesta a las crecientes demandas de la comunidad.