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Seguidores de Arce amenazan con tomar la sede del MAS tras fallo contra Morales

El Tribunal Constitucional de Bolivia emitió un fallo que desautoriza al ex presidente Evo Morales como líder del Movimiento al Socialismo (MAS).

La sentencia ratificó la validez del congreso del MAS celebrado en El Alto, donde Gober García fue designado sucesor de Arce. Así, anuló el congreso paralelo organizado por Morales en Lauca Eñe, donde buscaba mantenerse como líder del partido.

Reunidos en La Paz, militantes alineados con Arce celebraron el fallo, calificándolo como una victoria para las organizaciones sociales. “El MAS vuelve a sus verdaderos dueños: las bases y los movimientos sociales”, afirmó Vidal Gómez, dirigente de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia.

El dirigente también anunció que procederán a “tomar las oficinas de la dirección nacional del MAS”, instando a la unidad de los militantes y simpatizantes del partido.

Acusaciones y tensiones

El fallo también reavivó las tensiones económicas dentro del partido. Los arcistas exigieron a Evo Morales devolver 10 millones de bolivianos (aproximadamente 1,36 millones de euros) que, según denuncias, fueron utilizados para financiar bloqueos y actividades políticas en su favor. Esta acusación fue respaldada por varios líderes cercanos al presidente Arce.

Por otro lado, Morales y su facción rechazaron categóricamente la decisión judicial. “Este fallo es inconstitucional, ilegal e ilegítimo. Es un intento del gobierno de Arce de usurpar nuestro partido”, declaró el ex mandatario, quien denunció una conspiración contra las bases indígenas del MAS.

Reacciones de ambos lados

Desde el ala “evismo” del MAS, el diputado Renán Cabezas calificó la sentencia como “un segundo golpe al movimiento indígena y a la Bolivia profunda”. Acusó al gobierno de representar una “dirigencia corrupta” que se habría desviado de los principios fundacionales del MAS.

En contraposición, los seguidores de Arce aseguran que la decisión judicial legitima un cambio necesario en el liderazgo del partido.

Una fractura en el MAS

La disputa por el control del MAS refleja una fractura interna en el partido que gobernó Bolivia desde 2006. Morales, quien presidió el país durante casi 14 años, busca mantener su influencia en el movimiento, mientras que la administración de Arce intenta consolidar su propia visión política, marcando distancia del ex mandatario.

El reconocimiento del congreso liderado por Arce y la designación de Grover García como presidente del MAS profundizan la polarización en el partido, dejando en evidencia el choque de liderazgos que podría definir el futuro político de Bolivia en los próximos años.

Fuente: Infobae

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