Serbia y Suiza en un tenso cruce
Con el arbitraje del argentino Fernando Rapallino, Suiza derrotó a Serbia por 3-2 y se quedó con la clasificación y el segundo lugar del Grupo G -se medirá la próxima semana ante Portugal-, en un partido tenso donde se mezclaron conflictos étnicos y políticos.
El partido tuvo de todo. Hubo goles de Xherdan Shaqiri, con festejo polémico, de Embolo y Freuler para los vencedores, y descuentos de Mitrovic y Vlahovic, que dio vuelta parcialmente el resultado para los perdedores.
Shaqiri miró a la hinchada de Serbia y se llevó el dedo índice de su mano a la boca tras el gol, por lo que recibió abucheos. Ya había tenido otro festejo polémico en el Mundial de Rusia 2018, cuando había representado con sus manos el águila bicéfala de Albania también en un cruce ante los serbios.
Por otra parte, hubo un encontronazo entre Milenkovic y Granit Xhaka, quien luego tuvo un gesto con mano en los genitales hacia los suplentes de Serbia.
El trasfondo geopolítico de este duelo es la independencia de Kosovo, no reconocida por numerosos estados incluida Serbia, y la de los jugadores que migraron a Suiza tras la Guerra de los Balcanes.