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Sindicato de Prensa repudia agresión del edil electo de LLA contra un periodista

El Sindicato de Prensa de Salta emitió un comunicado en el que repudia “las provocaciones físicas” protagonizadas por el concejal electo de la ciudad de Salta y asesor en el Congreso por La Libertad Avanza (LLA), Rodrigo Quinteros, contra el periodista Daniel Murillo y parte del equipo del programa El Murishow.

Según detalló la entidad gremial, los hechos ocurrieron este jueves, cuando Quinteros -quien además conduce un espacio en la misma emisora- ingresó intempestivamente a los estudios de Radio Infinito mientras Murillo transmitía en vivo.

Allí, lanzó expresiones como “vení, pégame” y “pautero”, en lo que el sindicato calificó como un impulso directo a la agresión física para dirimir diferencias políticas e ideológicas.

El episodio no se dio en soledad: Quinteros estuvo acompañado por la también concejal electa Florencia León y un grupo de militantes libertarios.

Para el gremio de prensa, estas actitudes resultan especialmente preocupantes en un contexto nacional signado por declaraciones del presidente Javier Milei, líder de LLA, quien afirmó recientemente que “no odiamos lo suficiente a los periodistas”.

En su comunicado, el Sindicato de Prensa exigió que las autoridades competentes en materia de Derechos Humanos de los distintos poderes actúen de inmediato, al advertir que está en riesgo la integridad física de un trabajador de prensa que ejerce su derecho a la libertad de expresión. “No podemos dejar pasar un atropello de estas características”, remarca el texto.

Antecedentes

Este incidente se enmarca en una escalada de tensiones entre Murillo y Quinteros. Días antes, el periodista había denunciado la llegada a la radio de un paquete intimidatorio que contenía mensajes vinculados a la pauta publicitaria, un paquete de harina y un objeto sexual, interpretado como una burla y una forma de amedrentamiento.

La confrontación en vivo fue registrada en video y se observa cómo Quinteros, visiblemente exaltado, se aproxima a Murillo desafiándolo verbalmente. “¿Me querés pegar?”, le repite, mientras el periodista, sin ceder a la provocación, le pide que se retire. Lejos de calmarse, el concejal electo insiste en sus acusaciones y sube el tono de voz.

Tras el episodio, Murillo calificó a Quinteros como “ñoqui del Congreso” y sostuvo que cobra un millón seiscientos mil pesos mensuales como asesor legislativo. Adelantó que, junto a un grupo de abogados, evaluará acciones legales para impedir que el libertario asuma su banca en el Concejo Deliberante, al que accedió en las elecciones de este año.

El hecho ha generado un fuerte repudio en distintos sectores políticos, sindicales y sociales, que advierten sobre el deterioro del debate democrático y la creciente hostilidad hacia la prensa. Para muchos, la escena vivida en FM Infinito excede una disputa personal y expone una peligrosa tendencia a convertir la confrontación ideológica en violencia física o simbólica.

El caso Murillo-Quinteros, que comenzó como un intercambio verbal en redes y programas radiales, ahora se ha transformado en un hecho político de alto voltaje, con repercusión nacional por el vínculo directo de los implicados con el oficialismo libertario.

Mientras se esperan definiciones sobre posibles acciones judiciales, el Sindicato de Prensa reafirmó su compromiso con “defender el derecho de todos los periodistas a trabajar en libertad, sin temor a represalias o agresiones”.

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