Sorprende “la protección del círculo íntimo de Héctor Romero”
Desde la Fiscalía Federal, a cargo de Eduardo Villalba, se dio a conocer de forma oficial el dictamen que ordenó la detención, tras la indagatoria, del camionero Héctor Romero, único detenido hasta el momento por el homicidio con alevosía de María Cash.
La Fiscalía expresó su sorpresa ante la “protección” que el entorno brinda al camionero, incluyendo a su propio jefe, Miguel Segura, a quien describen como alguien que “lo protege más que un hermano”.
Llaman la atención los diálogos registrados entre familiares, el hermano de Romero, compañeros de trabajo e incluso el propietario de los camiones y supermercados, Miguel Segura. En uno de esos intercambios se menciona la frase: “la cag… se la mandó hace 13 años”.
También resulta llamativo que haya discrepancias en los tiempos de recorrido entre Güemes y Joaquín V. González, así como en los puntos geográficos donde, supuestamente, Romero dejó a María Cash.
Esto, además, contradice las declaraciones de la familia Crispín, de la gomería, quienes afirmaron que no vieron bajar a ninguna mujer del camión, según lo declarado en aquellos días del año 2011.
En la información oficial se destaca que “luego de este nuevo análisis, se advierte claramente que justamente esos datos falsos, erróneos, avistamientos en lugares distintos, condujeron a que no se ponga foco en Romero, porque nunca se lo consideró como la última persona que vio con vida a María”.
La investigación también resalta las conversaciones telefónicas entre Miguel Segura, sus empleados y el hermano de Romero, David. En estas comunicaciones, se hace constante referencia a un problema que Héctor Romero habría tenido en el año 2011.
Además, de las intervenciones telefónicas surgen frases que evidencian un comportamiento típico de alguien con culpa, como cuando señalan: “si se mandó la cagada” o “ya no hay marcha atrás”. También llama la atención la protección que el círculo íntimo brinda a Romero, especialmente la de Miguel Segura, su patrón, que parece ser aún mayor que la de su propio hermano, David Romero. Este último no tendría motivos aparentes para protegerlo, salvo que pudiera haber tenido algún grado de participación en los hechos.
“En mérito a lo expuesto, este Ministerio Público sostiene la hipótesis de que Romero recogió a María Cash con la intención de someterla sexualmente. Esto se infiere, entre otros aspectos destacados en la indagatoria, por el hecho de que la subió al camión desde un lugar poco adecuado para estacionar un vehículo de esa envergadura, y la trasladó hacia el lugar donde supuestamente se dirigía.”
Lo que figura en la causa sobre Guemes
El 8 de julio del 2011 Cash tocó la puerta de una vecina, en la avenida Tavella, en la misma zona de acceso a la ciudad. En esa vivienda, la joven pidió asilo, pero no lo consiguió.
Luego, fue vista por dos empleados de una estación de servicio ubicada en la rotonda de Torzalito, en la ciudad de General Güemes. A uno de ellos, le dijo que no estaba alterada ni perdida. Posteriormente, a las 16.30, un camionero la vio hacer dedo en la ruta 9/34, la levantó y la trasladó hasta una gruta de la Difunta Correa, siendo este el último registro que los investigadores tienen de ella.
El periplo había comenzado el lunes 4 de julio de 2011, cuando Cash, de 29 años, abordó un micro en Retiro, en Buenos Aires. Su destino era la ciudad jujeña de San Salvador. Al día siguiente, descendió en Tucumán, subió a otro colectivo y se dirigió a Rosario de la Frontera, en Salta.