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Tailandia destituye al primer ministro Srettha Thavisin por violación ética

Tailandia destituye al primer ministro Srettha Thavisin por violación ética y sigue a la controversia por el nombramiento de un ministro vinculado a un intento de soborno judicial.

El miércoles, la política tailandesa sufrió un nuevo golpe cuando el Tribunal Constitucional del país destituyó al primer ministro Srettha Thavisin por una violación ética relacionada con un controvertido nombramiento en su gabinete.

Este fallo se produce en un contexto de inestabilidad política, apenas una semana después de que el mismo tribunal ordenara la disolución del principal partido de oposición.

El caso que llevó a la destitución de Srettha se centraba en su decisión de nombrar a Pichit Chuenban como ministro de la Oficina del Primer Ministro durante una reestructuración del gabinete en abril.

A Pichit lo encarcelaron en 2008 por un presunto intento de soborno a un juez, en un caso que involucraba al ex primer ministro Thaksin Shinawatra. Aunque Pichit cumplió su condena de seis meses, consideraron su comportamiento deshonesto por la Corte Suprema, lo que reavivó la controversia cuando fue nombrado ministro.

El tribunal dictaminó que Srettha violó los códigos de ética al nominar a Pichit, a pesar de conocer su pasado judicial. La decisión se tomó con una votación ajustada de 5 a 4 en el tribunal, lo que resultó en la destitución inmediata de Srettha del cargo de primer ministro.

Reacciones y consecuencias

Tras el fallo, el gabinete de Tailandia permanecerá en funciones de manera interina hasta que el Parlamento elija a un nuevo primer ministro.

Sin embargo, no existe un límite de tiempo para que se cubra el cargo, lo que añade incertidumbre al futuro político del país.

La petición contra Srettha, iniciada por ex miembros del Senado, instalado por los militares, quienes anteriormente se habían negado a aprobar al candidato a primer ministro del partido Move Forward, que intentaba formar gobierno tras su victoria electoral. Esta acción es vista por muchos como una maniobra para favorecer a un partido político pro-militar dentro de la coalición gubernamental.

Contexto político

Srettha Thavisin asumió el cargo de primer ministro en agosto del año pasado, a pesar de que su partido, el Pheu Thai, quedó en segundo lugar en las elecciones generales. Su llegada al poder fue posible después de que el Senado, cuyo mandato finalizaba en mayo, impidiera a Move Forward asumir el gobierno, a pesar de su victoria electoral.

Posteriormente, Pheu Thai se unió a partidos afiliados al anterior gobierno militar para asegurar el apoyo necesario y colocar a Srettha como primer ministro.

La semana pasada, el Tribunal Constitucional también ordenó la disolución del Partido Avanzar (Move Forward), que había obtenido la mayoría de los escaños en las elecciones de 2023, por supuestas violaciones constitucionales.

La acusación se centró en la propuesta del partido de enmendar una ley contra la difamación de la familia real, una cuestión altamente sensible en Tailandia. A pesar de la disolución, los miembros del partido ya se han reagrupado bajo el nombre de Partido Popular.

Perspectivas futuras

La destitución de Srettha Thavisin plantea nuevas preguntas sobre el futuro político de Tailandia, un país que ha experimentado repetidas crisis políticas en los últimos años. Con un Parlamento dividido y la influencia de los militares aún presente, el camino hacia la estabilidad política parece incierto.

El desenlace de esta situación podría tener implicaciones significativas para el equilibrio de poder en Tailandia, un país que sigue navegando entre las corrientes de una democracia en evolución y las influencias de su pasado militar.

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