Opiniones

Tanto va el cántaro a la fuente que, al final, hay que reforzar el cántaro

La Federación Argentina de Productores de Tabaco, una vez más, saltó a los sitios informativos al reiterar la denuncia por incumplimiento en la comercialización de paquetes de cigarrillos.

Efectivamente, días pasados, en abril y a través de una nota remitida al Subdirector General de Fiscalización de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Daniel Reposo reitera lo siguiente: "Los miembros de la Federación Argentina de Productores de Tabaco, integrada por Cámara del Tabaco de Salta, Cámara del Tabaco de Jujuy, Unión de Tabacaleros de Tucumán, Cooperativa de Tabacaleros Agropecuarios del Tucumán Ltda., Cámara de Productores de Tabaco de Tucumán, Asociación de Productores Tabacaleros de la Cocha, Cooperativa Tabacalera y Agropecuaria de Chaco Ltda, Asociación Civil de Productores Tabacaleros de Chaco, Cámara del Tabaco de Corrientes, Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones (APTM), Cámara del Tabaco de Misiones, Asociaciones de Campesinos Tabacaleros Independientes de Misiones (AVTIM) y Cámara del Tabaco de Catamarca, al Sr. Subdirector General nos presentamos y decimos: Que venimos a agregar a nuestra presentación del pasado 21/03/2023 en la cual denunciamos varias circunstancias de hecho muy graves relevadas en el mercado de comercialización de cigarrillos, que perjudican notoriamente el ya denunciado desfinanciamiento del Fondo Especial de Tabaco -FET Ley 19.800-, en los términos que esta Federación viene señalando repetidamente ante esa Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Puntualmente se trata de la comercialización minorista de paquetes de cigarrillos con precio de venta por debajo del monto del impuesto interno mínimo previsto por ley, en especial en marcas fabricadas por las empresas Bronway, For Men, Cigarrillos y Tabacos y Tabacalera Sarandí y en tabaco para armar cigarrillos de la sociedad Tabes S.A., ventas advertidas en numerosas y variadas zonas del país, especialmente en los grandes centros urbanos y sus zonas de influencia.

Debemos reiterar entonces que el Fondo Especial del Tabaco (FET), pensado para el desarrollo de la actividad tabacalera en la República Argentina por el profundo impacto socioeconómico de este cultivo de enorme importancia en las siete provincias productoras, establece un sistema de recaudación que aporta recursos económicos para los productores primarios de tabaco. Eñ FET fue creado en 1973 por la Ley Nacional 19.800/72, que en su artículo 1 establece: "Se regirá por la presente ley todas las actividades tabacaleras del país a partir del 1º de enero de 1973". Dicha norma está complementada por leyes nacionales Nº 24.291, Nº 25.465 y Nº 26.467.

Que, habiendo advertido entonces numerosos y reiterados casos de comercialización de manufacturas de tabaco por fuera del cumplimiento de las normas aplicables, es de público y notorio conocimiento el alto perjuicio que dichos incumplimientos generan a la integración económica del FET, poniendo en riesgo la sustentabilidad de este cultivo social imprescindible para las siete provincias donde los agricultores desarrollan esta actividad.

Es por ello que le solicita mos arbitrar y coordinar las medidas urgentes a fin del cumplimiento de las normativas aplicables y las acciones de control que son imprescindibles para subsanar el cuantioso perjuicio económico al FET y al Fisco".

Hasta aquí la información relata que la Federación de Productores Tabacaleros reiteró la denuncia realizada con anterioridad de que empresas vinculadas a la Cámara Argentina Nacional de Empresas Tabacaleras (CANET), estarían produciendo cigarrillos por fuera del sistema, lo que permite su venta sin respetar el precio de venta declarado en la AFIP. Esto se traduce de la siguiente manera: las empresas tabacaleras que producen cigarrillos para el público en general declaran a la AFIP la cantidad de cigarrillos producidos y el precio de venta al público que deberán tener esos cigarrillos ya empaquetados en atados o cajas de cigarrillos. A su vez, la AFIP, les otorga las estampillas, impresas por la Casa de la Moneda, y que van adheridas en los atados y cajas de cigarrillos y que convalidan lo declarado.

Los precios de los cigarrillos por empresa

Lo que sigue es el listado de empresas que fabrican cigarrillos para su comercialización con sus productos y su valor de venta en el mercado, ya declarados ante la AFIP.

BAT Operaciones S.A.U. comercializa desde el 06/03/2.023 las marcas Camel en sus 5 versiones con precios que van entre los $ 360 a los $640; la marca Lucky Strike en sus 27 versiones con precios entre los $ 173 a los $ 690; la marca Rothmans con sus 14 versiones a un precio que oscila entre los $ 172 a los $ 570 y por último la marca Winston Box, de 20 cigarros a $ 560.

Por su parte Tabacalera Sarandí S.A., con precios vigentes desde el 07/03/2.023, comercializa las marcas Kiel $ 91 y Kiel Box a $ 94; también elabora la marca Master Box y Filter a $ 113 y $ 97, respectivamente; la marca Nevada en sus 4 versiones a $ 89 la más barata y $ 500 la más cara; los cigarrillos Red Point en sus 7 versiones con precios desde $ 59 hasta $ 115; West Red de 14 cigarros a $ 50 y a $ 133 la caja de 20 cigarrillos.

Por su parte For Men con precios vigentes desde el 13/03/2.023 vende sus marcas Liverpool, en sus 3 versiones, a $ 102; también produce la marca Marbella Box a $ 398.

Bronway Technology S.A., con precios también vigentes desde el 11/03/2.023 pone en el mercado las marcas Dolchester Box y Deluxe, ambas a $ 110; JG Box 10 a $ 65; los cigarrillos Pier en sus 4 versiones de oscilan entre los $ 65 y los $ 110.

Espert S.A. con precios vigentes desde el 06/03/2.023 con sus Melbourne Full, Mild y Mint, las 3 a $ 85; la marca Milenio en 4 versiones desde $ 91,50 a $ 119 y su marca Mill Red a $ 65.

Massalin Particulares S.R.L. con sus precios vigentes desde el 13/03/2.023 compite con sus marcas Chesterfield, en sus 25 versiones, con precios desde $ 255 a $ 500; la marca Harmony -Colorados y Dorados- ambos a $ 410; L&M en 3 versiones desde $ 420 a $ 440; Marlboro con sus 29 versiones van desde $ 330 a $ 640; Parliament, Blue y Superslims a $ 690 y Philip Morris con 10 versiones desde $ 320 a $ 560.

También hay otras dos cigarreras, Todo Tabaco S.A. y Black Tabaco S.A., pero su producción es irrelevante porque no funcionan todos los meses. Por último, también está la cuestionada empresa salteña Tabes S.A., también miembro de la CANET, que produce tabaco de armar y que no denuncia precio de su producto, otra lucha de la Federación de Tabacaleros para que ingrese formalmente al esquema tributario de la AFIP. El detalle anterior es de suma importancia porque sobre estos valores es que las empresas productoras de cigarrillos tributan a la AFIP los impuestos y su correspondiente porcentaje para el FET.

Precio mentiroso

Hasta aquí el porqué de la insistencia de la Federación de Productores Tabacaleros para que se arbitren los medios necesarios desde la AFIP para lograr la equidad tributaria, ya que ello incide en el FET.

La realidad lleva a observar lo disímil de los precios de cigarrillos que se venden en el país, teniendo en cuenta que, prácticamente, cada productor de cigarrillos tiene "su" distribuidor lo que conlleva a que cada paquete de cigarrillo tiene su real precio de venta en los quioscos muy diferente de lo declarado en la AFIP, con el agravante que "alguien" estaría produciendo cigarrillos fuera de la declaración que hacen ante la AFIP con lo cual pueden suceder varias maniobras: o que la AFIP les proporcione las estampillas necesarias para una producción ilegal y que eso posibilita la venta debajo del precio declarado, o que esas estampillas se podrían imprimir por afuera, lo que configuraría otro delito más grave aún: el de falsificación de un instrumento público.

Las reiteradas denuncias del sector "legal" tabacalero, al momento de estas líneas, lleva a pensar en el famoso dicho "Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe".

En este caso uno se pregunta quién es el cántaro y quién es la fuente. Por lógica deducción se puede pensar que la fuente es la AFIP, que si funcionara correctamente debería proveer de "agua" a todos los contribuyentes con los correspondientes controles y ejercer el poder de policía para que todos los miembros del sector tabacalero tributen lo que corresponda dejando de lado la artimaña de conseguir recursos de amparo para no tributar el impuesto mínimo que grava al cigarrillo, y en este caso el perjuicio que le provoca al cántaro que es el instrumento por el cual se redistribuyen los impuestos gravados por la producción de los cigarrillos.

Mientras tanto, desde la "fuente" parecerían apostar a ese dicho famoso, para ver si de una vez por todas, el cántaro se rompe y se deja de reclamar lo que corresponde, dejando entrever -quizás- una decisión política para que ello también ocurra.

El cántaro, entonces, debería ser reforzado con el trabajo de los legisladores nacionales de las provincias productoras para que todo el esfuerzo de los trabajadores del tabaco no caiga en saco roto.

Paradojas del destino, el apellido del subdirector de la AFIP, Reposo, en este caso le queda como anillo al dedo para que la reiteración de la denuncia también siga en reposo.

Una vez más?.

NAG

 

 

 

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