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Tensión en el Concejo Deliberante de Güemes por el Presupuesto 2026

La gestión municipal de General Güemes atraviesa un escenario legislativo complejo luego de que el proyecto de Presupuesto 2026 enviado por el Ejecutivo quedara envuelto en fuertes cuestionamientos dentro del Concejo Deliberante.

Lo que se preveía como un trámite administrativo de cierre de año derivó en una situación de incertidumbre política, tras el rechazo frontal de tres concejales que pusieron en duda la viabilidad técnica de la iniciativa.

La normativa vigente establece que el Presupuesto municipal sólo puede ser aprobado sin modificaciones con una mayoría especial de dos tercios. En un cuerpo compuesto por nueve concejales, el oficialismo necesita al menos seis votos afirmativos.

En la última sesión, el Ejecutivo logró ese número mínimo, pero la votación dejó al descubierto internas. La postura inflexible de la minoría opositora y su exigencia de revisiones profundas, colocaron al Presupuesto en una situación delicada: cualquier ausencia o cambio de postura en las próximas sesiones podría derivar en su rechazo o en la reconducción del presupuesto vigente.

El eje central del conflicto no se limitó al destino de las partidas, sino a la confiabilidad de la información presentada. Los concejales disidentes fundamentaron su rechazo en la necesidad de garantizar transparencia y control efectivo. En ese marco, reclamaron la contratación de un contador externo que analice el proyecto presupuestario.

Según expresaron, el asesoramiento del contador municipal no asegura la imparcialidad necesaria para que el Concejo cumpla su rol de órgano de control, al tratarse de un funcionario que depende directamente del Ejecutivo.

La tensión se profundizó en las últimas horas luego de que los ediles mantuvieran una reunión privada con un contador independiente, ajeno a la estructura municipal. De acuerdo a lo que trascendió, el profesional habría detectado falencias técnicas, errores de cálculo y asignaciones de fondos poco claras en el proyecto enviado por el Ejecutivo. Ese informe reforzó la postura de los concejales críticos y consolidó un bloque de resistencia que pone en duda la mayoría necesaria para la sanción definitiva de la ordenanza.

Para intentar destrabar el conflicto, está previsto que el contador de la Municipalidad se presente en el recinto del Concejo para brindar explicaciones técnicas y responder a los cuestionamientos.

No obstante, el clima interno es de marcada desconfianza. Fuentes legislativas señalaron que algunos concejales ya evalúan votar en contra o abstenerse si no se aceptan modificaciones sustanciales, y advirtieron que el análisis externo habría dejado “puntos de no retorno” sobre inconsistencias del proyecto.

Si el Presupuesto 2026 no logra ser aprobado antes de fin de año, el municipio debería funcionar con un presupuesto prorrogado.

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