Testigos aportaron más datos en el juicio por el femicidio de Paola del Milagro Ávila
Se cumplió en esta semana la tercera jornada del juicio seguido por el femicidio de Paola del Milagro Ávila, ocurrido el 17 de enero de 2020 en barrio Puerto Argentino.
En la causa hay nueve imputados por el delito de homicidio agravado por alevosía, ensañamiento y por mediar violencia de género (femicidio): Pablo Guillermo Campos (alias “Pelado”), Jorge Ignacio Olmedo (alias “Colita”), Claudio Mario Herrera (alias “Cuqui”), Ezequiel Alejandro Guzmán (alias “Keco”), Javier Alejandro Alfaro (alias “Javi”), Leonel Edgar Raúl Suárez (alias “Leo”), Gladys del Milagro Pastrana (alias “Mili”), Romina Gimena Bracamonte (alias “Rumi”) y Cristian Rubén Salas (alias “Lupín”).
Un empleado del Hospital del Milagro, compañero de trabajo del acusado Pablo Campos, alias “Pelado”, contó que la noche previa al hallazgo del cuerpo de Paola del Milagro Ávila (jueves 16 de enero) estuvo con él, consumiendo bebidas alcohólicas. Luego se unieron a un grupo, estaba “Cuqui” (Claudio Herrera). Había cuatro mujeres (entre ellas Paola) y el resto eran varones. Relató que, cerca de las 1 de la mañana, acercó a una de las chicas hasta su casa en barrio Virgen del Rosario. Dijo que se quedaron con el grupo unos diez minutos más y se marcharon con Campos de regreso a su casa. Dijo desconocer si, al retirarse de su domicilio, Campos efectivamente se fue a su casa. Al día siguiente, la policía lo fue a buscar para informarle lo sucedido. Fueron al hospital y se enteró de que su compañero no había ido a trabajar.
Otro de los testigos que compareció estuvo con Paola la noche del jueves 16 de enero de 2020. Dijo que la había conocido en un boliche y que solían encontrarse para salir una o dos veces al mes. Esa noche ella lo llamó y él la pasó a buscar en su auto, como a las 20.30. Luego buscaron a dos amigas más y se fueron al mirador del cerro San Bernardo, a tomar cervezas. Dijo que en la esquina de Puerto Argentino se bajó Paola que se quedó con dos muchachos y una chica. Dijo que le pareció que eran “piperos” porque estaban sentados en cuclillas.
Otro testimonio fue el de un vecino que vive a unos cincuenta metros del baldío donde fue encontrado el cuerpo de Paola. Contó que esa noche, como a las 5.30, escuchó silbidos y sus perros comenzaron a ladrar. Se acercó a la ventana para ver qué ocurría y vio pasar a una pareja por el pasaje, rumbo al descampado. Dijo iban “caminando bien, hablando”, y que la mujer era Paola. La reconoció porque la veía siempre en su casa y “porque era gordita”. Alcanzó a ver que tenía jean azul. Sobre el sujeto mencionó que tenía el pelo corto y que también era robusto. Sostuvo que no pudo ver más detalles porque el foco de la calle estaba quemado. Dijo que luego, como a las 6.30, escuchó ruidos de motos que iban y venían.
El juicio concluirá el 18 de noviembre.