Todavía se desconoce el origen de la enfermedad del vitiligo
El 25 de junio se conmemoró el Día Mundial del Vitíligo. Se trata de una enfermedad crónica y autoinmune, que se caracteriza por la aparición de manchas blancas en la piel. Estas manchas se producen por un error del sistema inmunitario, que destruye las células que producen la pigmentación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) instituyó la celebración para generar conciencia sobre la enfermedad, cuyo origen aún es desconocido.
Lo que se sabe es que es una patología crónica aún sin cura, no contagiosa ni hereditaria, que se presenta en casi un 2% de la población mundial. Puede comenzar a cualquier edad, pero suele aparecer antes de los 30 años.
Entre el 20 y el 30% de las personas con vitiligo tienen un familiar con la enfermedad. Sin embargo, los especialistas precisan que lo que se hereda no es el vitiligo, sino la predisposición a desarrollarlo.
Aún no se conocen totalmente las causas que la ocasionan, pero se ha identificado una predisposición genética y familiar en algunos casos, y una alteración en el sistema inmunológico.
Su principal síntoma es la aparición de manchas blancas en la piel, de distribución simétrica, con bordes geográficos muy bien delimitados de coloración rosada.
El vitíligo no compromete a la estructura de la piel, solamente afecta a la pigmentación, con mayor frecuencia a las zonas que están expuestas al sol, como brazos, manos, pies y cara.
También se visibiliza, en algunos casos, en las axilas, genitales, región mamaria e ingle. Hasta el momento no se cuenta con un tratamiento que logre la cura, pero sí se aplican tratamientos para controlar y reducir el impacto de la enfermedad.
Es difícil predecir cómo será el progreso de la enfermedad. A veces, las manchas dejan de formarse sin tratamiento.
En la mayoría de los casos, la pérdida de pigmentación se extiende y con el tiempo afecta a la mayor parte del cuerpo.
Ocasionalmente, la piel recupera su color.