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Trabajadores de mensajería van al Congreso contra la reforma laboral

La Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASIMM) junto a diputados nacionales de origen sindical convocaron para este jueves 27 de noviembre, en el Congreso de la Nación, un encuentro decisivo con participación de referentes salteños.

El objetivo: coordinar un frente de acción política para bloquear la Reforma Laboral que Milei pretende instalar mediante el artículo 79 de su borrador, con fuertes retrocesos para los trabajadores de mensajería y de plataformas digitales.La convocatoria tiene como protagonistas al secretario general de ASIMM CABA, Marcelo Pariente, y al secretario general de ASIMM Salta y dirigente nacional de la Federación FENMMyA, Carlos Cruz, quien anticipó a Nuevo Diario que el objetivo central será construir una estrategia colectiva para impedir cambios que “amenazan conquistas históricas del movimiento obrero”.

Los sindicatos buscarán además acelerar negociaciones con bloques peronistas, activar canales políticos con el PJ y abrir un puente de diálogo con gobernadores de todas las provincias, entendiendo que el impacto de la reforma excede ampliamente a la Capital Federal.

El diagnóstico del interior: precarización profundizada

En diálogo con Nuevo Diario, Carlos Cruz ofreció una radiografía cruda —y largamente invisibilizada— sobre la realidad del sector fuera de Buenos Aires. Su intervención será uno de los ejes de la exposición que llevará este jueves al Congreso. Cruz advirtió que mientras en CABA aún subsisten trabajadores en relación de dependencia dentro del Convenio 722/15, en el interior la precarización es la regla, y no la excepción: “En Capital todavía quedan compañeros con obra social, aguinaldo y ART. Acá en el interior, no. Acá muchos pasaron de estar en blanco a quedar monotributistas, y otros ni eso. En Salta, hoy, apenas tengo 108 compañeros en relación de dependencia; antes eran el doble o más. Las empresas cerraron o se achicaron… y el resto quedó totalmente precarizado. “La referencia no es menor: Salta es la única provincia del país que todavía tiene trabajadores del sector en relación de dependencia. Ni Córdoba ni Tucumán ni otras jurisdicciones han logrado sostener ese piso de derechos. La reforma de Milei, alerta Cruz, desconoce de manera absoluta esa heterogeneidad: “Miran solo a Capital Federal. Nosotros somos el interior, y estamos peor. La mirada tiene que ser más amplia. La reforma nos borra de la discusión”.

Un salto al vacío

Cruz repasó la caída abrupta de derechos que atravesaron miles de motociclistas y mensajeros en todo el país: Tras la pandemia y el ingreso de Cambiemos al gobierno, las plataformas y mensajerías abandonaron masivamente la relación de dependencia.

Trabajadores que tenían ART, aguinaldo y obra social pasaron a monotributo o directamente al trabajo informal. Las empresas tercerizadas cerraron o redujeron personal, dejando a cientos indemnizados en cuotas, recibiendo como forma de pago heladeras, freezers o equipamiento ante la falta de recursos.

Cruz lo sintetiza con brutal honestidad: “Acá ya ni monotributistas tienen muchos compañeros. Están totalmente en negro o subsisten con changas. Otros manejan Uber, Didi… lo que sea para sobrevivir”.

En este contexto, la reforma laboral propuesta por Milei elimina las pocas herramientas que quedaban para defender salarios, derechos o condiciones mínimas: “A los motoqueros les dan más obligaciones y menos derechos. Y cuando pedimos aumento de salario, ¿cómo hacemos si las plataformas deciden cuánto y cuándo pagamos? Eso tampoco lo discute la ley”.

Mientras el Gobierno insiste en flexibilizar aún más el esquema laboral de las apps, la evidencia disponible muestra un sistema que exige esfuerzos extremos a cambio de ingresos mínimos.

El reciente Índice APP, presentado por la Fundación Encuentro, expone una ecuación brutal: un repartidor necesita 461 pedidos para alcanzar la Canasta Básica Total de un hogar tipo, equivalente a unos $1.200.000. Y para alcanzar los 500/600 pedidos mensuales, según los testimonios relevados, se deben trabajar 12 horas por día, ubicándose en zonas “premium” donde las plataformas concentran la demanda.

La convocatoria del jueves será el inicio de una estrategia política para frenar la reforma, desde el movimiento obrero organizado. “Somos dignos herederos de Rosas, de Perón. Vamos a seguir peleando. Nos han dejado solos muchas veces, pero acá estamos. Que nos escuchen”, cerró.

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