Tragedia en un country de Berazategui: la madre es la principal testigo
Un adolescente de 14 años protagonizó un brutal parricidio en el country Fincas de Hudson, Berazategui, la mañana del domingo. El joven habría disparado contra su padre, Ramiro Sotelo, quitándole la vida.
El chico permanece internado en el hospital Evita Pueblo, donde su estado es crítico. Los médicos consideran inviable una cirugía por la gravedad de la herida en su cabeza tras dispararse.
La madre, testigo clave del caso
Ruth Semeszczuk, la madre del joven, se recupera tras haber sido operada por una herida de bala en el abdomen. Fuertemente sedada, podría estar en condiciones de declarar en los próximos días, lo que sería crucial para esclarecer los motivos detrás del ataque. Por su parte, la hermana del agresor sufrió solo un roce de bala y se encuentra fuera de peligro.
Sin hipótesis clara ni testigos
El fiscal de menores Federico Weinstein, a cargo de la investigación, aún no cuenta con una hipótesis sobre lo ocurrido. La falta de cámaras de seguridad en el interior de la casa y la ausencia de familiares o vecinos que aporten información dificultan el avance del caso.
Se sospecha que el menor podría padecer un trastorno psiquiátrico, aunque por el momento no existen documentos o testimonios que lo confirmen. Weinstein busca la colaboración de familiares cercanos para entender mejor el contexto familiar.
El arma y el impacto en la comunidad
El arma utilizada en el ataque, registrada a nombre del padre fallecido como legítimo usuario según la ANMAC, fue encontrada en el baño de la vivienda. Los disparos alarmaron a los vecinos, quienes rápidamente compartieron su pánico en el grupo de WhatsApp del barrio.
“Escuché tiros y gritos, por favor llamen a la Policía”, decía uno de los mensajes, mientras que otros advertían sobre un chico armado en la zona.
El padre, una figura destacada
Ramiro Sotelo, empresario y socio de una firma dedicada al desarrollo inmobiliario, fue hallado sin vida en el comedor de la casa con un disparo en el pecho.
El caso, inicialmente manejado por el fiscal Christian Granados, fue derivado al fuero de menores al confirmarse que el autor del crimen era un adolescente inimputable. La comunidad de Fincas de Hudson aún intenta procesar el impacto de esta tragedia, mientras la justicia busca respuestas.