A instancia de la Sede Fiscal Descentralizada de Tartagal, la jueza federal de Garantías de Tartagal, Ivana Soledad Hernández, hizo lugar a la imputación penal requerida contra Humberto Nelson Vera, Natividad Carabajal y Olga Beatriz Tito, quienes fueron detenidos a bordo de una camioneta en la que transportaban 17,5 kilos de metanfetamina, por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, en grado de coautores.
El fiscal federal Marcos Romero, titular de esa sede fiscal, llamó la atención tanto por la sustancia transportada como por la modalidad de ocultamiento, pues se necesitó de un scanner de mayor potencia para poder detectar la droga en el alerón trasero del rodado.
Al presentar el caso, el auxiliar fiscal Rafael Lamas, quien también estuvo a cargo de las primeras diligencias, explicó que la detención de los acusados se produjo alrededor de las 22.00 del 9 de octubre pasado, cuando la camioneta Volkswagen Amarok, conducida por Vera, fue detenida en el control ubicado en la ruta 34, en el acceso a la localidad de Aguaray, en el norte provincial.
En el lugar, personal de Gendarmería Nacional inspeccionó la documentación del vehículo, que circulaba de norte a sur. Entre los indicios que alimentaron el estado de sospecha, el fiscal señaló el hecho de que Vera presentó una cédula de automotor a nombre de otra persona y se mostró muy nervioso ante la presencia de un can antinarcóticos que olfateaba la camioneta.
Contradicciones
Los gendarmes advirtieron ciertas contradicciones entre los ocupantes, entre quienes viajaba un niño de 5 años (hijo de Carabajal), pues en un primer momento dejaron entrever que eran familiares, pero luego, cuando el perro marcó la presencia de droga en la parte trasera de la camioneta y se trasladó el vehículo al escanner, negaron ese vínculo.
En efecto, ante la marcación positiva, la fiscalía avanzó con un scanner móvil a fin de verificar el rastro apuntado por el can. Sin embargo, no hubo éxito y recurrió a un dispositivo de mayor potencia. Para ello, se trasladó al vehículo y los ocupantes a la delegación de la Dirección de Aduanas de Salvador Mazza, donde allí se pudo detectar la presencia de la droga escondida en el alerón trasero.
El fiscal explicó que, con el uso de amoladoras y otras herramientas, los gendarmes pudieron extraer finalmente la sustancia en forma de pan.
Una importante operación de una banda internacional
En la prueba de campo se determinó que se trataba de metanfetamina, una sustancia que, según lo expuesto por el auxiliar fiscal, está incluida en el cuadro de sustancias sicotrópicas, renovado en marzo del 2022 como resultado de la 65° sesión de la Comisión de Estupefacientes llevada a cabo en el marco de lo establecido por el Decreto 606/ 2023 – 593/2019 que reglamenta la ley 26.045.
El peso del estupefaciente, que es una droga sintética, ascendió a 17 kilos con 580 gramos, cuyo avalúo provisorio fue estimado en 527.400 dólares, cifra que también llamó la atención, en especial respecto al origen y el destino que tenía el tóxico, altamente adictivo.
En razón de ello, el representante del Ministerio Público Fiscal resaltó en la audiencia la gravedad del hecho y la logística utilizada para el ocultamiento y traslado de la droga, objetivo que “habría logrado de no ser por la insistencia de esta fiscalía y el aporte de la Dirección de Aduanas”.
Sostuvo también que se logró el secuestro de cuatro teléfonos celulares y una tarjeta SIM, las cuales deberán ser sometidas a peritajes. Para ello solicitó la autorización a la jueza, con una extensión de 90 días, ya que -dijo- se trata de una operación de envergadura, propia de una organización narcocriminal de carácter internacional, y no de un accionar en solitario de los imputados.
Por otro lado, el fiscal solicitó la prisión preventiva de los tres acusados. Fundó la medida de coerción en el alto riesgo de fuga y en el posible entorpecimiento procesal si permanecieran en libertad, entre otros argumentos.