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Treinta años de H.I.J.O.S.: la memoria como bandera frente al negacionismo

Este 2025, la organización H.I.J.O.S. cumplió, días atrás, 30 años desde su fundación, surgida del impulso de jóvenes que heredaron no sólo la sangre de sus padres desaparecidos, asesinados o presos políticos durante la última dictadura cívico-militar, sino también su compromiso por la verdad y la justicia.

A tres décadas de aquel primer encuentro en Salsipuedes, Córdoba, donde nació formalmente el movimiento, Elia Fernández —miembro de H.I.J.O.S. Salta e hija de una de las personas fusiladas en la Masacre de Palomitas— dialogó sobre el significado de este aniversario, el recorrido de la organización y el contexto político actual.

“El número redondo invita a reflexionar. Nos cae la ficha de todo lo que hicimos casi sin darnos cuenta”, sostuvo Elia, al recordar la historia que comenzó con las enseñanzas de las Madres, las Abuelas y los familiares, y que continuó con una nueva generación que no se conformó con el silencio ni el olvido. “H.I.J.O.S. nació con el ejemplo de ellos, pero también impulsado por ex presos políticos que buscaban reunir a los hijos de sus compañeros caídos en los 70”, rememoró.

En Salta, una de las principales promotoras fue Lucrecia Barquet, histórica militante por los derechos humanos. Gracias a su red de vínculos, los jóvenes comenzaron a organizarse y a tejer alianzas para construir una voz colectiva. “Así nació H.I.J.O.S. El domingo pasado volvimos a Salsipuedes, a ese lugar donde todo comenzó, donde hay un túnel que hoy señalizamos como ‘el túnel que nos parió’”.

La organización marcó un antes y un después en la lucha por la justicia. “Una de las mayores conquistas fueron los juicios. En los noventa no había posibilidad de juzgar a los genocidas. Lo logramos con perseverancia, con lucha, con la consigna clara de ‘si no hay justicia, hay escrache’”, remarcó Fernández. También señaló que la mayoría de los familiares de desaparecidos aún no conocen el destino de sus seres queridos: “Nos siguen faltando los cuerpos, nos faltan los hermanos apropiados. Hay muchas deudas que la democracia aún no saldó”.

Negacionismo y provocaciones

En un contexto político donde desde el gobierno nacional se relativizan o directamente niegan los crímenes de lesa humanidad, Elia fue contundente: “Lo de Laje el 24 de marzo, las visitas de legisladores a los genocidas en la cárcel, todo eso forma parte de la alianza de Milei y Villarruel con los sectores más oscuros del pasado. Pero no va a prosperar”.

Para Fernández, el intento de reinstalar la teoría de los dos demonios o de equiparar el accionar de las organizaciones armadas con el terrorismo de Estado “es una provocación que no tiene sustento”. “No se puede comparar una planificación sistemática del genocidio desde el aparato del Estado con grupos ínfimos de resistencia que ya en su mayoría pagaron con cárcel o con condena social. La sociedad argentina ya saldó esa discusión”, afirmó.

A pesar del avance de discursos reaccionarios, Elia aseveró que confía en que la batalla cultural ya está ganada: “Los organismos de derechos humanos tienen hoy la mayor adhesión social. Somos fundacionales para la democracia. Y mientras sigamos de pie, no van a poder con la memoria”.

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